El filósofo Aristóteles (384-322 a. C.) |
Dado los
avatares políticos que últimamente estamos contemplando en nuestro país quiero
plantear la discusión sobre si el ser humano es un animal político tal como
pregonaba Aristóteles en su obra Política o si, por el contrario, hemos
evolucionado hacia otro tipo de animal aún por definir. El ser humano se ha
definido en nuestra tradición occidental siempre como un animal racional y se
ha considerado que la política es una actividad esencial para nuestra
convivencia. En la Antigua Grecia la política entendida las discusiones en el ágora
era esencial para la vida de una polis
pues en ella se ponía de manifiesto la capacidad de autogobierno y
autoconservación de un conjunto de personas. Se consideraba que las personas
más preparadas, aunque no les gustase, tenía la responsabilidad moral de guiar
a sus compañeros.
¿En qué ha
degenerado la actividad política hoy en día? Nuestros políticos actuales ponen
de manifiesto una total y nula capacidad para llegar acuerdos de cualquier
tipo. Sobre sus propios fracasos personales se reprochan mutuamente y
consideran que la culpa es siempre de otra persona pero nunca de ellos porque ellos actuaron siempre como tenían que actuar.
Los políticos manifiestan una gran insensibilidad hacia los problemas que
realmente preocupan a la gente. Y la gente, observa atónita todo este
desaguisado. En España se han celebrado cuatro elecciones generales en los
últimos cuatro años e incluso hemos tenido algún período de tiempo en los que
no había gobierno.
¿A qué es debido
este falta de entendimiento entre los políticos? En primer lugar
llama la atención la ausencia de verdaderos políticos en el sentido propio de
la palabra, de personas que sientan una inclinación natural hacia la política.
¿Dónde están los Felipe González o Julio Anguita actuales? Parece que la
política se ha convertido en una farsa televisada donde los políticos a través
de sus redes sociales de vez en cuando expresan opiniones. ¿Qué pasa sobre los
problemas reales que afectan al conjunto de la ciudadanía? Muchos de nuestros
políticos parecen que olvidan que su empeño debería ser ponerse al servicio de
la ciudadanía y abandonar esos discursos vacíos y sin ningún tipo de significado
que dada su ambigüedad y amplia generalidad son susceptibles de todo tipo de
interpretaciones.
La política se
ha convertido hoy en día en una actividad por la que el político, al modo de
Glaucón y Trasímaco de La República de Platón, no gobiernan procurando
el bien común sino el bien egoísta.propio y de los suyos. Incluso manipulan el
lenguaje, al modo de un sofista, señalando matices en las palabras que a veces
resultan inverosímiles. Los docentes cuando dan clase a sus alumnos deben hacer
lo posible por presentar su materia de un modo accesible suscitando el interés
y la motivación de los alumnos. Sin embargo,
nuestros políticos emplean un lenguaje tan ambiguo e impreciso y no por
las palabras que en si misma emplean sino la quijotesca combinación de las
mismas. Por ejemplo, para explicar la situación de crisis que ha asolado
nuestro país se empleaba desaceleración económica. Surgen dudas
evidentes para desentrañar el significado de estas dos palabras. Quizás
signifique que nuestros dirigentes políticos que se está produciendo un
crecimiento político pero a menor escala del esperado. O puede también
significar que se está produciendo un crecimiento económico pero en sentido
inverso, es decir, que se está incrementando la crisis económica. O pudiera tener
otros significados menos evidentes pero igualmente posible como Yo no sé
cómo resolver los problemas pero combino estas dos palabras y pienso que se
resuelve el problema. Hay otros términos de nuestra casta política que
mejor no entremos en valorar su significado como pagar en diferido.
Pienso que sería una auténtica pérdida de tiempo y mucho más costoso que leer y
comprender por ejemplo La Enciclopedia de las ciencias filosóficas de
Hegel, y mucho menos apasionante.
¿Acaso los
políticos no nos comprender y no saben detectar cuáles son los auténticos
problemas del país? Muchos políticos
de este país llamado España se ponen caras heroicas al escuchar el himno o ver
la bandera. Otros políticos no quieren saber nada de esa bandera y de ese himno
proclamando su independencia. Otros sólo les preocupan coger dinero de la
cartera y otros hacen como si no se enteraran de nada. Independientemente de
los intereses políticos de esta casta política no van a la raíz de los
problemas de nuestro país. Recordemos que los políticos reciben sustanciosos
sueldos por realizar su tarea de resolver los problemas de la ciudadanía. En mi
valoración de la situación política hay dos problemas capitales es el paro de
nuestros jóvenes y no tan jóvenes y la vivienda. Hay personas muy preparadas en
sus disciplinas, con estudios de todo tipo, con capacidad para hablar otros
idiomas y que algunos de ellos han tenido que emigrar. El político de turno
tiene la responsabilidad para que todas esas personas que no encuentren trabajo
porque la oferta laboral es nula. Además, un puesto de trabajo y que se
corresponda con su titulación. El paro es uno de los grandes males sociales no
sólo porque no pueden tener un sueldo para sobrevivir sino que se le incapacita
en muchos casos la posibilidad de formar familia y a tener que vivir con sus
padres mucho más tiempo. Pero también supone consecuencias negativas para esa
persona a nivel psicológico porque indudablemente queda anulada como persona,
no se siente con confianza y decisión y eso distorsiona su vida social.
No solo esto,
los jóvenes y no tan jóvenes, de aquellos que trabajan reciben sueldos muy
bajos para el desempeño de un puesto de trabajo a un nivel más inferior
respecto a su formación. Son puestos de trabajo que tiene que coger
necesariamente porque necesitan dinero para hacer su vida y porque si no lo
aceptan hay muchas otras personas a la espera.
Pero el problema
no queda reducido en este punto. Muchas personas tienen que irse fuera de su
lugar de procedencia para el trabajo y nos encontramos que los precios de los
alquileres de viviendas es totalmente inasumible fuera de lugar. ¿Qué hacer cuando el precio
de alquiler supera el sueldo del trabajador? Porque aquí nos encontramos una
incongruencia total, no sólo que se tenga dificultades para llegar a final de
mes sino que en muchos casos el precio de alquiler supera con mucho el sueldo
del trabajador. ¿Qué hacer en esta situación tan peliaguda? Las alternativas
son pocas. Si tienes la suerte de que la vivienda alquilada sea de algún
familiar o amigo íntimo se podría estudiar la posibilidad de reducir el dinero
del alquiler. Sin embargo, para qué engañarnos, el dinero por lo general carece
de moralidad y no entiende ni de familia
ni de amigos. Otra alternativa sería ocupar una vivienda abandonada y vivir
allí sin que te descubran. Esta solución sería poco recomendable porque nos
dejaría en una situación permanente de temor a ser descubierto. Quizás la
solución más fácil sería alquilar una vivienda entre varias personas, ya sean
amigos o desconocidos. Sin embargo, un problema evidente de lo anterior es que
las personas ya con una cierta edad no les apetece estar compartiendo piso como
si fuera en su etapa de estudiante, ni tampoco de estar con gente que ni
siquiera conoce.
Por tanto, en
conclusión y haciendo referencia al título de nuestra reflexión ¿Somos
todavía un animal político?, parece que la respuesta es negativa por varias
circunstancias: la falta de competencia por parte de los políticos, su
incapacidad para detectar y resolver nuestros problemas, la falta de confianza
de los ciudadanos ante los políticos y que da lugar a un desinterés cada vez
mayor.