Estamos ante la
quinta y por ahora última entrega de la saga de Rambo protagonizada por el
incombustible Sylvester Stallone y por los españoles Paz Vega, Óscar Jaenada y
Sergio Peris-Mencheta, entre otros. La película ha sido rodada en España y en
Bulgaria. El guión ha sido escrito por el propio Sylvester Stallone. El
director es Adrian Grunberg, su segunda incursión detrás de las cámaras tras la
olvidada pero reivindicable Vacaciones en el infierno con Mel Gibson. La
película ha sido maltratada por la crítica especializada de manera injusta.
Afortunadamente, los seguidores de la saga se han manifestado a favor de la
cinta reivindicando su valor cinematográfico. Estoy seguro que esta cinta ocupará
un lugar especial dentro del corazón de los seguidores del actor. Y dentro de
la saga de Rambo.
¿Qué decir de Sylvester Stallone? Es uno de los actores más infravalorados por parte de la crítica especializada siempre reacia a reconocer sus grandes virtudes. No saben reconocer el mérito de un actor que empezó desde lo más abajo y que desde la década de los setenta lleva en la cresta de la ola realizando muchas películas que han quedado en el recuerdo de la memoria colectiva, creando, además, dos grandes iconos de la cultura popular como son Rocky y Rambo. Una persona que haya sido capaz de escribir el guión de Rocky ya es una carta de presentación suficiente sobre su gran talento. No sólo es actor, su faceta más conocida sino guionista, director, además de pintor y escritor (escribió una novela autobiográfica que se titula La cocina del infierno y que se encuentra editada por Círculo de Lectores en España). Más allá de Rocky y Rambo ha protagonizado grandes títulos como FIST Símbolo de fuerza de Norman Jewison y Cocina del infierno del propio Stallone, ambas de 1978, Copland de James Mangold de 1997, además de una serie inacabable de películas de acción ya clásicas como Cobra, Tango y Cash, Máximo riesgo o Demolitión Man. Pero su gran mérito ha sido su capacidad de reinventarse cuando alguna película suya ha fracasado o cuando parecía que ya el público le dejaba de lado, sobre todo en la primera parte del 2000, con la recuperación de sus clásicos personajes en Rocky Balboa y John Rambo o la por ahora trilogía Los mercenarios. Es ilustrativo las palabras del propio Stallone en una entrevista cuando afirmó que el fracaso nos hace más listos pues incrementa nuestro deseo de adaptación y de supervivencia.
¿Qué decir de Sylvester Stallone? Es uno de los actores más infravalorados por parte de la crítica especializada siempre reacia a reconocer sus grandes virtudes. No saben reconocer el mérito de un actor que empezó desde lo más abajo y que desde la década de los setenta lleva en la cresta de la ola realizando muchas películas que han quedado en el recuerdo de la memoria colectiva, creando, además, dos grandes iconos de la cultura popular como son Rocky y Rambo. Una persona que haya sido capaz de escribir el guión de Rocky ya es una carta de presentación suficiente sobre su gran talento. No sólo es actor, su faceta más conocida sino guionista, director, además de pintor y escritor (escribió una novela autobiográfica que se titula La cocina del infierno y que se encuentra editada por Círculo de Lectores en España). Más allá de Rocky y Rambo ha protagonizado grandes títulos como FIST Símbolo de fuerza de Norman Jewison y Cocina del infierno del propio Stallone, ambas de 1978, Copland de James Mangold de 1997, además de una serie inacabable de películas de acción ya clásicas como Cobra, Tango y Cash, Máximo riesgo o Demolitión Man. Pero su gran mérito ha sido su capacidad de reinventarse cuando alguna película suya ha fracasado o cuando parecía que ya el público le dejaba de lado, sobre todo en la primera parte del 2000, con la recuperación de sus clásicos personajes en Rocky Balboa y John Rambo o la por ahora trilogía Los mercenarios. Es ilustrativo las palabras del propio Stallone en una entrevista cuando afirmó que el fracaso nos hace más listos pues incrementa nuestro deseo de adaptación y de supervivencia.
Respecto a
nuestra película, los comentarios más habituales en torno a Rambo Last Blood
por parte de los críticos especialistas han sido las siguientes: que la primera
parte de la película es lenta y sólo la última parte levanta el vuelo; que el
guión tiene agujeros y sucesos que no se entienden, que tiene algunos
personajes prescindibles o el excesivo gore y escenas violentas. Quizás
algunas de ellas tengan razón en parte pero no justifica el ataque tan voraz
recibido. Incluso David Morrell, el creador de Rambo en la novela First
Blood en que se basa nuestra película afirmó recientemente que le había
decepcionado tanto la película que incluso le avergonzaba que su nombre se le
relacionara con ella. No parecen en absoluto palabras justas porque el propio
David Morrell, independientemente de su valía como autor literario y como
docente, debe a buena parte de su fama de su fama en buena medida a la saga de
películas de Rambo.
La película ha
sido un paso más dentro de la saga cinematográfica de Rambo y aporta novedades
importantes que hacen evolucionar nuestro soldado en cuanto a la psicología. No
repite el patrón de las películas anteriores y tiene reminiscencias de las
películas de Charles Bronson El justiciero de la ciudad o de la
más reciente Venganza de Liam Neeson. Se trata de un filme crepuscular
en la que se nos muestra un Rambo más humanizado en la primera parte respecto a
las cintas anteriores, con una mayor edad y en un ámbito familiar. Son matices
nuevos que sorprenderán al aficionado clásico a la saga que se encuentra
acostumbrado a verle como una insaciable máquina de matar. En buena medida
recuerda en esta parte de la película a Rocky Balboa, aunque por momentos. Nos
muestra a nuestro personaje lidiando con sus traumas y con una cuidadora. Pero su alma
salvaje de soldado sigue estando presente y Rambo en el tramo último de la
película dejará de ser el león dormido para ser el combatiente que conocemos de
las otras películas
La crítica no ha
sido comprender que Rambo en esta cinta ya tiene más de 70 años y no es
justificable que sea el personaje físico de antaño, aunque sí en la parte
final. La primera parte
de la película nos sirve para entender la evolución que ha sufrido el personaje
de Rambo desde la última aventura de 2007. Rambo se encuentra asentado en su
rancho de Arizona junto con una cuidadora y la sobrina de ésta. La cinta se
abre con una espectacular escena en la que Rambo ayuda a personas que se
encuentran en un bosque bajo una fuerte tormenta. Sin embargo, el
secuestro de la sobrina de su cuidadora por una banda de proxenetas mejicanos
servirá para que Rambo salga de su aislamiento y desate toda su furia bajo la forma de una indescriptible ola de
violencia y venganza. Es aquí donde se muestra al Rambo que el aficionado más
conoce. Un cambio
bastante original de esta película respecto a las últimas de la saga y
acercándose por tanto argumentalmente a la película de Acorralado es que
en la última parte de la cinta los malvados mexicanos persiguen y atacan
directamente a Rambo en su rancho de Arizona, produciéndose allí un muy
violento y sanguinario enfrentamiento.
Respecto a los
actores, Sylvester Stallone en su línea habitual interpreta de modo
sobresaliente Rambo. Óscar Jaenada y Sergio Peris-Mencheta interpretan a los
villanos de la función, Paz Vega interpreta un breve papel de una periodista
que también busca venganza por la muerte de su hermana. Destacan también
Adriana Barraza, en el papel de cuidadora de Rambo y de Yvette Monreal como
sobrina de la anterior. Destaca la música del compositor Brian Tyler que
respeta la partitura original además de introducir nuevas matizaciones.
Se trata, por
tanto, de una película que yo recomiendo a los amantes del cine de acción y
aficionados al cine de Sylvester Stallone. Quizás sea algo inferior a la
anterior película de la saga John Rambo pero que mantiene gran nivel y
no decepciona en ningún momento.