El siguiente comentario contiene spoilers de la película que revelan información crucial sobre la misma, así que si usted no ha visto Motel Bates retírese inmediatamente. Motel Bates es un fallido capítulo piloto de una serie de televisión que habría girado en torno al famoso Motel se Norman Bates pero que debido a sus bajas audiencias en su estreno en televisión no se llegó a realizar. Está dirigida por Richard Rothstein que seguramente una de sus grandes aportaciones al mundo del cine fue el guión que escribió para Soldado Universal en 1992, dirigida por Roland Emmerich y protagonizada por Jean-Claude Van Damme y Dolph Lundgren. Tuvo tal éxito que dio lugar a tres continuaciones más de irregular calidad. Motel Bates está protagonizado por Bud Cort, es en papel de Alex West, Lori Petty en el papel de Willie, Moses Gunn en el papel de Henry Watson y Kurt Paul en el papel de Norman Bates. Bud Cort es un actor que ha participado en películas como The Life Acuatic de Wes Anderson del año 2004 y Dogma de Kevin Smith del año 1999. Lori Petty aparece en películas conocidas como Le llamaban Bodhi dirigida por Kathryn Bigelow en 1991, Un equipo muy especial dirigida por Penny Marshall en 1992, Liberad a Willy de Simon Wincer o la fallida Tank girl rachel Talalay en 1995. Moses Gunn participó en los años 70 en Las noches rojas de Harlen y Shaft vuelve a Harlen, ambas dirigidas por Gordon Parks, La historia interminable, dirigida por Wolfgang Petersen en 1984 o El sargento de hierro, dirigida por Clint Eastwood en 1986. El caso de Kurt Paul es un actor que ha desarrollado su actor en cine y televisión en papeles secundarios, incluso de doble. Curiosamente participó en todas las continuaciones que tuvo la película Psicosis: participó en Psicosis II y en Psicosis III como doble de Anthony Perkins, y tenía un pequeño papel en Psicosis IV El comienzo, aunque ya no como Norman. Y curiosamente en Motel tiene una breve aparición interpretando, como no a Norman Bates. Y la verdad que el parecido con Anthony Perkins es notable.
¿Qué podemos decir de Motel Bates? En primer lugar que no es de extrañar la cantidad de críticas negativas que recibió la película en el momento de su estreno. Se sumerge en el universo de Psicosis, usa el motel y la mansión Bates y muchos otros escenarios habituales de la saga. Sin embargo, el enfoque de la misma es totalmente distinta pues va más allá de la intriga realista en la que se basó las películas de Psicosis sumergiéndose en una atmósfera de carácter fantástico, incluso con fantasma. Podríamos aceptar las críticas que recibió la película señalando que tales elementos no son coherentes con el universo de Psicosis. También es cierto que la cinta no está protagonizada por actores conocidos para el gran público, ni siquiera el propio director. Sin embargo, para quien esto escribo, me pareció una buena película cargada de grandes dosis de nostalgia hacia un tipo de cine totalmente caduco hoy en día. La cinta sería el típico producto que sólo pudo haberse realizado en los años 80. Tiene una buena banda sonora y la melodía principal que suena varias veces a lo largo del filme tiene un gran poder de evocación, a la vez de nostálgica, un poco como el comienzo de Psicosis II, de Richard Franklin. A poco que rastreemos un poco encontramos en Motel Bates muchas influencias y elementos del cine y de la televisión de los 80. La película intenta combinar la fantasía, terror y la comedia, algo muy habitual del cine de los 80: Los cazafantasmas dirigida por Ivan Reitman en 1984, Gremlis, dirigida por Joe Dante en 1984, Noche de miedo, dirigida por Tom Holland en 1985, House, una casa alucinante, dirigida por Steve Miner en 1988 o Bitelchús de Tim Burton, del año 1988. También tiene mucho de muchas de las series que se emitían por televisión de la época como Se ha escrito un crimen, El cuentacuentos o Scooby Doo. Pues imaginen todos estos elementos dentro del universo de Psicosis, entonces sale algo parecido a Motel Bates. Para quien esto escribe es una película muy reivindicable por la nostalgia que despierta por un tiempo que ya pasó y que no volverá. Esto es un aspecto muy a reivindicar en el terreno del cine. Hoy en día la industria cinematográfica ha cambiado mucho, fundamentalmente por el desarrollo de las nuevas tecnologías, especialmente Internet y el teléfono móvil. No sólo la industria del entretenimiento que es el cine ha cambiado, sino también nuestro mundo, o mejor dicho, nuestra percepción del mundo. Antes era todo un evento que llegara el final del mes o comienzos del siguiente para comprar la revista de cine correspondiente. Para algunos, como para el que esto escribe todavía lo sigue siendo. Ahora revistas como Supertele o Teleprograma han perdido su encanto, al menos para el que esto escribe. Seguro que me diréis que esto es consecuencia lógica de que se tiene que adaptar a los tiempos. Pero antaño estas revistas y otras por el estilo valoraban las películas que se emitían a lo largo de una semana con una brevísima reseña y que era lo que justamente le daba un gran valor. Hoy en día aparecen una cantidad ingente de canales de pago simplemente con el título de la película y sin ninguna más valoración. Es más, respecto a la programación de películas en los canales tradicionales de televisión, en la mayoría de los casos sólo pone título aún por determinar. Es más, hoy en día es muy difícil ver una película en televisión debido a los constantes anuncios publicitarios que impiden una mínima concentración y que alargan la película hasta altas horas de la madrugada, algo totalmente inadmisible. Antes el buen aficionado al cine tenía que estar pendiente de las películas que emitían por la televisión para grabarlas en el video VHS y si se le pasaba alguna corría el riesgo de no verla nunca en el sentido literal. Recuerdo que siendo niño Antena 3 emitió en una madrugada una película que por aquél entonces se conocía con el título Rebel, una película dirigida por Anthony Page y protagonizada por Sylvester Stallone. Recuerdo que ni Teleprograma y Supertele informaron sobre la emisión de esa película y descubrí a posteriori su emisión hojeando el diario deportivo Marca que mostraba la programación del día anterior. Me eché en cara durante mucho tiempo no haber estado atento a la programación y tuvo que pasar muchos años, en los que yo estando en una tienda de películas de segunda mano descubriera ese bien tan preciado. Sin embargo, el título no era Rebel sino Fuga sin descanso. Sin embargo, ese pequeño detalle no fue suficiente para engañarme y al ver esa portada descubrí que era el título que perseguía desde niño. El aficionado al cine de antaño era sobre todo un investigador, cosa que desaparece hoy en día. Pues con Internet apretando un botón ya disponemos de una infinita información sobre cualquier tema que nos interese. ¿Qué decir de la lamentable desaparición de los recordados Videos-Clubs? Era un lugar de culto y de reunión para todo aficionado al cine y tenía que estar muy bien atento a los estrenos pues, en todos los casos, la novedad siempre estaba en alquiler y había que estar atento a que lo devolvieran y ser lo suficientemente rápido para cogerlo. Hoy en día todo eso ha desaparecido. Recuerdo que varias semanas antes del estreno de la película Los Mercernarios 3 de John Hughes en el verano de 2014, la cinta fue filtrada en gran calidad por Internet, lo que provocó que el éxito de la citada cinta no fuera como el de las dos primeras cintas. En la década de los 80 este tipo de peligros no existían en la industria cinematográfica. Una vez descrito el contexto en el que nace Motel Bates, el lector comprenderá la simpatía que siento por este producto. Por supuesto que esta película no es una joya del séptimo arte ni tiene frases que quedarán grabados a fuego en la mente de ningún aficionado al cine. Pero la película tiene un gran encanto y tiene la valentía de llevar el universo Psicosis a otro nivel. Es un capítulo piloto cuya duración no es de media hora, que es lo que habitualmente dura un capítulo de televisión sino de una hora y media. Todo aquél que vea la serie tiene que tener la suficiente sensibilidad interpretativa para entender que Motel Bates está concebida como capítulo de serie de televisión y no como película en sentido propio. Esto significa que mientras una película normalmente está lo suficientemente estructurada en una introducción, un nudo o desarrollo y un desenlace. Una serie no puede asumir esta estructura en sentido propio porque por su propia naturaleza su historia ha de desarrollarse no en un solo capítulo sino en muchos. Y esto constituye una limitación para Motel Bates para todo aquél que la concibe como una película autónoma. Hay muchos aspectos que por razones obvias no pueden desarrollarse en la cinta, la más palpable la locura del protagonista Alex West. Estuvo internado en una institución mental, donde coincidió con Norman Bates, haciéndose íntimos amigos, durante años. Siendo niño murió su madre y su educación corrió a cargo de su padre, un hombre que trabajaba en una lavandería. Sin embargo, como Alex era frecuentemente maltratado por su padre y como consecuencia de ello asesinó a su padre aprovechando que estaba en el interior de una secadora limpiándola. Sin embargo este aspecto no aparece suficientemente desarrollo en Motel Bates, es más ni siquiera nos percatamos de que sus facultades mentales pudieran estar mermadas. Muy al contrario parece ser una persona muy educada y con modales exquisitos. Este carácter por cierto es muy parecido al de Norman cuando no se encontraba preso de la locura. El papel de Norman está interpretado por Kurt Paul, actor y doble cinematográfico, pues éste ya fue doble de Anthony Perkins en las dos primeras secuelas de Psicosis. Resulta absolutamente asombroso el parecido físico que tiene Kurt Paul con Anthony Perkins. Al igual que sucedió en Psicosis IV el comienzo, Motel Bates decide ignorar los acontecimientos tanto de Psicosis II como de Psicosis III. Esta puesta entre paréntesis de Psicosis II y Psicosis III era especialmente lamentable, en primer lugar porque eran grandes continuación de la original Psicosis que sin llegar a su nivel cinematográfico, algo muy obvio por cierto, si que contribuía decisivamente a crear la mitología del personaje. Además, era una actitud muy prepotente del guionista de la cinta, Joseph Stefano, dando a entender que las secuelas eran películas mediocres y sólo la suya era la verdadera continuación. Fue poco honesto porque si ése era su intención ¿por qué se titula la película Psicosis IV y no de otra manera? Además, si hubiera sido una gran película, pues entonces todo seguidor de la saga debería haberse callado, pero no es el caso sino que se trata de una película sumamente mediocre. En el caso de Motel Bates ignorar los acontecimientos narrados en las dos primeras secuelas de la serie no molesta en absoluto, aunque hubiera sido de agradecer una mayor fidelidad a la saga de Anthony Perkins. En primer lugar, siendo Psicosis III del año 1986 y Motel Bates de 1987, no hubiera sido posible explicar cómo en un único año Norman y Alex pudieron convertirse en amigos íntimos hasta el punto de que el primero legó su motel al segundo. En segundo lugar, y esto es más importante, Motel Bates se desliga desde el primer momento del universo de Psicosis para crear el suyo propio. Norman Bates fallece al principio y, por tanto, con esta muerte ya está perfectamente justificado que Motel Bates se despegue de la saga y tenga su propia personalidad. La película tiene bastantes puntos de interés, fundamentalmente, como he señalado más arriba, la mezcla de humor y de terror a partir del contrapunto de los dos protagonistas Alex West y Lori Petty. Son dos personalidades opuestas pero que se necesitan mutuamente. El humor de la película se basa en buena medida en la oposición de caracteres entre ambos personajes, aunque no sean precisamente los hermanos Marx. Tras la muerte de Norman, Alex recibe como herencia su mansión y su motel siempre y cuando esté dispuesto a reabrir el negocio. Una vez que finaliza su período de reclusión en la institución mental viajara en autobús hasta llegar al famoso motel. La fotografía de la mansión es excelente transmitiendo un aire a pasado y destrucción. La propiedad se encuentra vallado, con pintadas, muchas ventanas rotas, paredes destruidas y una soledad extrema. Cuando Alex pasa su primera noche en la mansión de Norman descubrirá que no está solo sino que temporalmente una joven llamada Willie vive allí. Sin analizamos el piloto descubrimos que en el fondo no es un único capítulo sino dos que se encuentran hilvanados. Una historia tiene que ver con la reapertura del viejo motel y cómo Alex se verá obligado a pedir un préstamo para llevar a cabo la necesaria reforma. El banquero Tom, interpretado por Gregg Henry, le a regañadientes le concederá un préstamo, aunque su intención era llevar a cabo una reforma radical de la propiedad Bates y así poderse lucrarse económicamente. Alex durante su estancia en la mansión Bates es testigo de extrañas apariciones de la supuesta madre muerta de Norman. A medida que se va desarrollando la reforma los trabajadores van descubriendo más cadáveres, concretamente los de la madre y el padre de Norman. Por fin llega el día de la apertura del Motel Bates y el negocio comienza mal sin ningún cliente a la vista. La situación es complicada porque la fecha para devolver al banco el préstamo vence al siguiente día. Las cosas van a cambiar cuando llegue la primera cliente será una escritora llamada Barbara, interpretada por Kerrie Keane, cuyo objetivo supuestamente sería encontrar inspiración. Sin embargo, su intención no es otra que la de suicidarse. Cuando parecía que la apertura del Motel Bates sería un auténtico fracaso llegan de manera inesperada un conjunto de jóvenes para alquilar todas las habitaciones del motel. Los jóvenes tienen como objetivo pasar un rato agradable bailando y escuchando música. Uno de los jóvenes será Sally, interpretada por Khrystyne Haje, presintiendo que Barbara iba a quitarse la vida aparece sorpresivamente en su habitación simulando haberse equivocado impidiendo de este modo la tragedia. Sally obliga a Barbara a pasar la noche con sus amigos y así cambiará su percepción de la realidad. Al final de la noche Barbara y Sally vuelven a reunirse, después de que ésta viviera una situación incómoda con uno de los jóvenes. Sally parece conocer mucho de la vida de Barbara y va presentando a todos y cada uno de sus amigos. Entonces descubrirá que todos estos jóvenes son fantasmas que decidieron quitarse la vida en un momento determinado. Barbara cambiará su percepción y decide seguir con su vida, por muy dolorosa que le pudiera resultar. Mientras los jóvenes montados en sus coches desaparecen en la oscuridad de la noche. Introducir una historia de carácter fantástico me parece un gran acierto del capítulo y sobre todo por el halo de misterio que deja al espectador justamente al final. Parece que esta historia se inspira bastante en Maureen, interpretada por Diana Scarwid, en Psicosis III que también alquiló una habitación en el motel con el objetivo de suicidarse. Finalmente la otra historia que se entrecruza, que ya hemos ido adelantando líneas arriba es la de las apariciones de la supuesta madre de Norman, y puedo decir que se cierra de modo correcto, sin llegar a ser una obra maestra. Al lector le pediría que no pida peras al olmo y que su valoración de la película tenga en cuenta los factores que hemos ido señalando. Por supuesto que la película no es una obra maestra del cine pero sí que es una cinta muy disfrutable. En su época fue ampliamente repudiada por un hecho muy comprensible: los espectadores esperaban ver un poco de lo que ya se le ofrecía en Psicosis II y Psicosis III, es decir, grandes dosis de intriga, muerte y realismo. Estoy seguro que muchos de los seguidores de la saga no asumieron, más allá de la ausencia de Norman Bates, el halo de fantasía en que se zambulle la cinta con los suicidas fantasmas. Pero el paso del tiempo puede provocar que nuestra percepción de la realidad vaya cambiando y es lo que creo que pasará para el espectador contemporáneo de la cinta. Teniendo en cuenta en lo que hoy en día se ha convertido mayoritariamente la industria del cine en los que realizadores que fueron grandes directores en el pasado pierden parte de su personalidad con el objetivo de amoldarse en los cánones de lo políticamente correcto que parece que lo impregna todo, más allá del cine. Un ejemplo evidente de ello es Tim Burton, un director muy personal y creador de un universo muy reconocible de personajes solitarios envueltos en un ambiente gótico y negro. En 2019 estrenó la película de Dumbo que fue un producto insulso y anodino, muy lejos de los parámetros en los que antaño se moviera tan grande director. ¿Por qué nos sigue atrayendo las películas de los años 80? Porque son un tipo de película con mucha personalidad y que no se sometían a lo políticamente correcto y, por eso, muchas de esas películas nos sigue sorprendiendo y nos sigue pareciendo muy actuales. Motes Bates me recuerda vagamente a la novela Mansión Bates. Psicosis III de Robert Bloch, o, debería decir lo contrario, que la novela me recuerda a la película pues mientras que la película es de 1987, la novela es de 1990.
En definitiva estamos ante un producto que destila el aroma del cine ochentero y que a pesar que es una película que ha sido valorada muy negativamente, yo quiero reivindicar a partir de su nostalgia, el halo de misterio, de fantasía y de comedia que la compone y le hace ser una película muy disfrutable.
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