jueves, 24 de septiembre de 2020

El extraño viaje (1964), de Fernando Fernán Gómez

Si usted no ha visto esta maravillosa película, deje de leer inmediatamente este comentario pues contiene información relevante que desvela datos importantes de su trama. El extraño viaje es una película española de 1964, dirigida por Fernando Fernán Gómez y con un reparto estelar con Carlos Larrañaga, Lina Canalejas, Tota Alba, Jesús Franco y Rafaela Aparicio. Se inspira en un argumento originario de Luis García Berlanga, adaptado a guión cinematográfico por Pedro Beltrán basándose en el llamado Crimen de Mazarrón, un pueblo situado al sur de la comunidad murciana. Originariamente la película se titularía El crimen de Mazarrón, pero como consecuencia de las presiones procedentes del mismo pueblo de Mazarrón para que se cambiara el título para que no lo relacionaran con dicha película debido a la mala publicidad que iba a dar lugar, perjudicando el turismo de la zona. Fernando Fernán Gómez cambió el título original por el de El extraño viaje, situando la acción en un pueblo de Madrid. Intuitivamente el título de la película parecería remitir a la muerte, pero a lo que realmente se refiere es al deseo de escapar de un pueblo castellano de carácter sumamente asfixiante y perturbador por parte de varios de los personajes que pululan en la cinta. La banda sonora está firmada por Cristobal Halffter con un tema principal bastante a la vez oscuro e inquietantemente pegadizo que refleja perfectamente la sordidez de la película.

La película tuvo múltiples problemas desde el momento mismo de su gestación y sólo consiguió estrenarse cinco años después de manera prácticamente clandestina, convirtiéndose en un fracaso comercial y de crítica. Nadie, ni espectadores ni críticos profesionales, supieron comprender la grandeza de la película, que no es poca, que se adelantaba con creces a la sociedad de su época. Esto no es más que una manifestación más de la represión y atraso cultural del pueblo español de la Dictadura franquista, además de la banalidad de muchas críticas cinematográficas que careciendo de un conocimiento riguroso de la película la condena de manera irremediable y que, inevitablemente, afecta a la cinta y a su rendimiento en taquilla, como efectivamente sucedió con El extraño viaje. Por ello es una de las consideradas cintas malditas de la filmografía española y que solo el paso del tiempo, sabio donde los haya, permitió situarle como un clásico del cine español, sin nada que enviar a otras grandes cintas como Bienvenido Mr Marshall o Plácido, ambas de Luis García Berlanga. El extraño viaje es una comedia oscura, repleta de ironía, macabra y gotas de terror, nada habitual en el cine de esta época caracterizado sobre todo por las llamadas españoladas. Fernán Gómez reflexiona sobre todos sus intereses como artista manifestando una profunda amargura y desesperanza: el paso del tiempo, la descripción esperpéntica y valleinclanesca de una España atrasada y reprimida.

El fracaso comercial, que no artístico, se sumó a la de otras películas de Fernán Gómez como La vida por delante (1958), La vida alrededor (1959) o la posterior El mundo sigue (1965). Todas estas cintas con el paso del tiempo se convirtieron en obras de obligada visión para todo aficionado al cine que se precie. La película posee escenas realmente sorprendentes por lo innovadoras que resultan, sobre todo para el público al que se dirigía la cinta. Por ejemplo, Fernando, interpretado por Carlos Larrañaga, desfila vestido de mujer como si se tratase de Norman Bates de Psicosis. Su bajísimo presupuesto y escasez de medios se compensa con un guión sobresaliente, además del buen hacer en la dirección de Fernán Gómez. Encontramos reminiscencias de clásicos del cine patrio español como Berlanga (como hemos señalado, el guión se inspira en una idea suya), Rafael Azcona, guionista habitual de Berlanga, pero también de clásicos del cine de terror, especialmente Psicosis de Alfred Hitchcock. En la cinta se produce un tránsito desde la comedia realista costumbrista, sumamente amargo y nada amable, hacia una película de suspense. Éste es uno de los grandes méritos de la cinta, dejando al espectador perplejo y desorientado. Fernán Gómez orquesta todos estos mimbres y conduce al espectador a un desenlace realmente sorprendente, repleto a su vez de amargura y desesperanza. En la última parte la cinta se desarrollará por la vía del suspense y del terror. Y lo hace de un modo muy brillante. Realmente lo que caracteriza a la cinta es una mezcla de los más diversos géneros: la comedia costumbrista, el drama con el terror y el suspense. A pesar de esta heterogeneidad de géneros, la unidad de la película no queda resentida en absoluto. En esto consiste precisamente su principal seña de identidad y que seguramente sin el talento de Fernán Gómez tras las cámaras no hubiera sido posible.

Distinguimos dos tramas argumentales en la cinta: una parte de comedia costumbrista y negra y otra de intriga y suspense con ínfulas de terror. Fernán Gómez retrata la vida cotidiana de un pueblo lleno de prejuicios y deseos reprimidos. Su crítica no se dirige solamente al pueblo sino a las clases altas, no dejando títere con cabeza. Los hermanos Vidal, pertenecientes a una familia de clase alta, viven en soledad en su misteriosa y oscura mansión. Son descritos de manera tétrica en el caso de la hermana mayor y de enorme infantilismo en el caso de los hermanos menores. El pueblo llano, por su parte, tiene carácter patriarcal, y casi todos viven en la ignorancia y dominados por los prejuicios, muy común en la España de los 60. Es una sociedad acomodada en el dolor, en la desesperanza, en la imposibilidad de cambiar las cosas y mejorar, totalmente insensible al dolor ajeno, sin empatía hacia sus semejantes y orientado a la satisfacción del propio egoísmo e interés. Casi todos los personajes son mentirosos y egoístas: los hermanos Vidal, los músicos de orquesta, la dueña de la mercería, los vecinos curiosos que siempre gustan en criticar aunque no lleven la razón. Únicamente se salvan Beatriz, la mercera del pueblo, y Angelines, una mujer muy moderna cuyo objetivo es abandonar el pueblo lo antes posible. En este sentido nos recuerda a otras joyas del cine español como las dirigidas por Luis García Berlanga. Fernán Gómez no dulcifica a los personajes en ningún momento sino que en todo momento impera el más crudo realismo. Todos sus habitantes conforman un extraño cuadro en el que, en el fondo, podemos identificar los elementos propios de los pueblos españoles de esta época: los habitantes hacen su vida en torno al bar, a la Iglesia, al baile de fin de semana. También están los típicos arquetipos de la época: el alcalde, el boticario, el médico… Como he señalado, no hay esperanza para nadie. El pueblo se encuentra encerrado en sí mismo, no es posible escapar de su ambiente opresivo y asfixiante. El propio espectador no puede dejar de sentirse como un intruso que espía a modo de voyeur la realidad de esa época.

La película constituye un documento imprescindible desde un punto de vista histórico para contemplar esa España profunda de los años 60 a través de ciertos pueblos particulares que poseen, sin embargo, carácter universal, pues todos de algún modo nos podemos identificar. En todo momento se palpa la pobreza, el hambre, la ausencia de oportunidades para progresar, la censura y la represión. Las señoras mayores visten de negro y cotillean entre sí. Dos jóvenes mujeres que desean marcharse del pueblo se enamoran de dos músicos de una banda ambulante que toca en el pueblo los fines de semana. Los ancianos se reúnen a tomar una copa de vino en el bar de la plaza. El elemento más definitorio de pueblo, a excepción de las dos jóvenes, es la hipocresía, muy habitual por cierto en todo autoritarismo represivo, como es el caso del franquismo. Cada uno intenta aprovecharse de su semejante y satisfacer su interés egoísta. La descripción de las clases altas no es más optimista, ni mucho menos. Viven totalmente aisladas sin vínculo alguno con el pueblo, presentan una falsa apariencia de rectitud moral y que en el fondo lo que hace es camuflar sus deseos y pulsiones más íntimos. Cuando sus pulsiones se descontrolan todo acabará en tragedia. La familia Vidal vive en una oscura y tenebrosa mansión. Sólo tiene relación con la realidad externa la hermana mayor a través de su amante, un músico ambulante mucho más joven que ella. El interior de la casa presenta un carácter gótico y claustrofóbico, una iluminación tenebrosa, aves disecadas como metáfora de la muerte, todo se describe acompañado de una música sumamente inquietante. La hermana mayor se llama Ignacia, interpretada por Tota Alba. Su vestuario es enlutado, siempre permaneciendo en la sombra. Los dos hermanos menores son Venancio, interpretado por Jesús Franco y Paquita, interpretado por Rafaela Aparicio: son personajes instalados en el miedo, sin afán de protagonismo, sometidos por su autoritaria hermana mayor, aislados respecto a la sociedad e infantilizados, como consecuencia de todo lo anterior. Es en el retrato de la mansión y de los excéntricos hermanos donde podemos observar la influencia de la película Psicosis. Hay muchos elementos que se repiten en ambas películas: el aislamiento de los personajes, el dominio que ejerce la hermana mayor a los dos hermanos menores, el travestismo del amante de Ignacia…

Respecto a la trama argumental, en una noche de tormenta, Paquita escucha un ruido y temerosa acudirá junto a su hermano Venancio al dormitorio de Ignacia. Paquita cree ver a alguien más en la habitación de su hermana, pero ésta lo niega todo y les obliga a volver a sus respectivas habitaciones. Paquita está totalmente convencida de que su hermana mayor estaba reunida con otra persona más en la habitación y cree que pretende deshacerse de ella y de su propio hermano. Posteriormente Ignacia les revela que su intención es vender la casa y comenzar una nueva vida en el extranjero. Sin embargo, sus intenciones reales es comenzar ella una vida nueva con Fernando, interpretado por Carlos Larrañaga, su amante, y deshacerse de los dos hermanos. Pero nada sale de acuerdo con lo previsto. Ignacia, una mujer que va alcanzando la madurez y se va dando cuenta que la posibilidad de encontrar un marido con el que formar una familia se va convirtiendo cada vez más en una opción remota. Es muy infeliz, al igual que sus hermanos. Debe cuidar de los hermanos menores, que se ven sometidos , pero a su vez le resultan necesarios, pues no sabe tratar de otro modo a los demás. Ignacia cuida de sus hermanos menores pero no duda en absoluto en abandonarlos sin escrúpulo alguno cuando se le presenta la oportunidad de hacer su vida junto a su amante. Los hermanos menores viven tranquilos en su mansión, sin apenas contacto con el mundo exterior, echan de menos su juventud de antaño, de ahí viene su infantilismo, además de inocencia, metáfora de la dictadura. Al igual que en el Leviatam de Hobbes, estos dos hermanos prefieren renunciar a su legítima libertad y autonomía a cambio de una seguridad que le viene dado por la hermana mayor. Se amoldan perfectamente a lo que Kant denunciaba en su famosa obra ¿Qué es la Ilustración?: es más fácil que otro piense por ti que tú pienses por ti mismo, es más fácil obedecer a una autoridad, aunque su legimitidad sea dudosa que atreverse a pensar por uno mismo, cueste lo que cueste. Sin embargo, estos dos hermanos, inicialmente sumisos acabarán por rebelarse desde el momento en que temen perder esta situación de aparente seguridad que ostentan.

Fernando, interpretado por Carlos Larrañaga, es un personaje clave en la película pues constituye el punto de unión entre la familia Vidal y el pueblo. Sin embargo, Fernando no está realmente enamorado de Ignacia sino que lo único que hace mantener esta relación es el interés económico que pudiera conseguir. En realidad, Fernando se encuentra enamorado de la joven Beatriz, la mercera del pueblo, cuyo sueño es casarse y salir del pueblo. Es un músico ambulante que se gana la vida actuando en los pueblos de la España profunda. Ante la insistencia de Beatriz por casarse con Fernando y el deseo de éste de mantener su relación con Ignacia por el dinero que pudiera conseguir, se inventa la existencia de un ficticio hermano enfermo al que debe cuidar, con el objetivo de postergar la boda.

Beatriz, interpretada por Lina Canalejas, es el personaje de mayor rectitud moral de la cinta, junto a la moderna Angelines, interpretada por Sara Lezama. Siempre está dispuesta a ayudar a todo aquél que lo necesite, encara las dificultades de la vida con el mayor ánimo posible. Pero también es la verdadera víctima de ese submundo de mentiras, falsedades e hipocresía. Por su parte Angelines es una chica moderna que le gusta vestir de forma atrevida, es extrovertida y está completamente convencida de que quiere salir del pueblo. Otro personaje muy representativo de la cinta y de la época que retrata es la mercera jefa, interpretada por María Luisa Ponte, dueña de la mercería Le Parisien que el icono del puritarismo, del critiqueo permanente, de los prejuicios de una sociedad atrasada.

Voy a señalar a continuación algunas analogías entre este El extraño viaje y Psicosis de Alfred Hitchcock. Son películas contemporáneas: Psicosis es del año 1960 y El extraño viaje de 1964.Tal como hemos señalado antes, tanto los tres hermanos como Norman Bates vivían en una mansión totalmente al margen de la sociedad en la que vive. La decoración de ambas casas se asemejan. Es muy elocuente, la existencia de aves disecadas en ambas casas lo tienen en común. Ignacia y su amante Fernando se equiparan a Norman y a su madre. Ignacia, al igual que sus hermanos carecen de una referencia tanto paterna como materna, aunque en la película no se explica en ningún momento cómo fue su relación con sus padres en el pasado, ni en qué momento exacto perdieron a sus padres. Ignacia es una figura sumamente ambivalente porque en apariencia vive en una aparente felicidad debido a su posición social. Sin embargo, más allá de esta aparente felicidad es un personaje que se encuentra sumamente reprimida. Sin embargo, desde el momento en que aparece Fernando, sus deseos y pulsiones internos se manifestaran. En el caso de Norman pasa exactamente lo mismo, aunque por motivos diferentes. Como sabemos, Norman desde muy niño perdió a su padre y, por tanto, su educación corrió a cargo de su madre de modo completo. La relación entre Norman y su madre es sumamente compleja. Por una parte, la madre que goza de una salud precaria tema continuamente la posibilidad de que su hijo Norman se enamore de una mujer y que la deje en completa soledad al cuidado de su Motel. Siguiendo el modelo explicativo del psicoanálisis freudiano, Norman no ha tenido una referencia paterna que le permitiera a lo largo de su desarrollo personal desligarse de la madre y constituirse como una persona plenamente autónoma. Cuando la madre se enamoró de otra persona, entonces Norman ante el temor a la posibilidad de perder a su madre tomó la drástica decisión de asesinar tanto a su madre como a su novio. Sin embargo, tal era su culpabilidad que Norman quedó traumatizado. Decidió robar el cuerpo de su madre de la tumba y aplicando sus conocimientos de taxidermia momificarla. Este dolor provocó un trauma en Norman que provocó que su personalidad se escindiera en dos, por una parte la personalidad de Norman y por otra la de su madre. De este modo Norman hacía su vida normal en su casa como si su madre estuviera viva. Lo más inquietante de todo era que Norman imitaba la voz de su propia madre y mantenía conversaciones con ella. Cuando el joven Norman se enamoraba de cualquier mujer o, al menos, sentía atracción por alguien, entonces surgía la autoritaria personalidad de su madre para asesinar. Y Norman, como fiel hijo, se limitaba a limpiar los restos del asesinato eliminando todas las posibles pruebas que pudiera incriminar a su madre. Como he señalado Ignacia tiene una personalidad totalmente reprimida por las falsas apariencia, sin embargo, cuando aparece Fernando, su libido se manifiestará. En su intento por seguir manteniendo las apariencias Ignacia y Fernando llevan su relación con absoluto secretismo. Sin embargo, tal como nos hemos encargo de señalar más arriba, Fernando sólo pretende enriquecerse a costa de Ignacia y se encuentra enamorado realmente de Beatriz, la mercera del pueblo. Por ello, cuando Fernando se retrasa en sus citas o conoce alguna otra mujer sólo hacer despertar los celos de Ignacia. Lo mismo que sucedía con la madre de Norman. El travestismo es otro aspecto que comparte tanto El Extraño viaje como Psicosis. Norman Bates padecía de doble personalidad de modo que cuando se imponía la personalidad de su madre se vestía con ropa de mujer. Cuando Ignacia decide renovar un poco el vestuario que usa habitualmente pide a Fernando que se vista con ropa de mujer para así hacerse una idea de cómo queda el vestido puesto. También, cuando Ignacia es asesinada por los dos hermanos, Fernando se hace pasar por Ignacia vistiéndose con sus ropas. Otro aspecto que podemos sobre el que podemos llamar la atención es el tema de los asesinatos y el modo en que se deshacían de los cadáveres. En el caso de Norman, el modo habitual era arrojar los cuerpos asesinados en un pantano cercano a su mansión. En el caso de Ignacia, tanto Fernando como los hermanos decidieron arrojar su cadáver en el interior de una tinaja. Su cadáver será descubierta finalmente cuando Fernando decide confesar todo lo ocurrido a la guardia civil.

Era manifiestamente claro que una película como ésta no podía tener ni por asomo un final feliz. Solamente Angelines consigue su propósito que no era otro que la del salir del pueblo. Fernando será uno de los que salen más mal parados en la cinta, debido a la muerte de los tres hermanos, aunque él no fue su asesino en sentido propio es manifiesto que si no hubiese hecho su aparición en el pueblo no se hubiera producido semejante tragedia.

En definitiva, una película altamente recomendable para todo buen aficionado al cine y el testimonio de una época en la que se muestra a una España muy atrasada desde el punto de vista cultural. Aunque sea una cinta rodada con pocos medios esto no es óbice para que sea una de las grandes películas del cine español gracias entre otras cosas a un guión muy elaborado. Estamos ante un clásico del cine español que sin duda se adelantó con mucho a su tiempo y que todo buen amante del cine debe reivindicar.



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