Creed
II,
es una película del año 2018 dirigida por Steven Caple Jr, continuación del spin off de 2015 Creed y protagoniza por Michael B. Jordan, Sylvester Stallone,
Tessa Thompson, Dolph Lundgren y Florian Munteanu. Además, en esta cinta
aparecerán, aunque de forma más breve otros actores intepretando a personajes
emblemáticos de la saga de Rocky como Brigitte Nielsen y Milo Ventimiglia.
Creed
II
ha sido un completo éxito tanto desde el punto de vista comercial como crítico.
Su taquilla ha alcanzado una recaudación de 214 millones de dólares a nivel
mundial. Es una película claramente
inferior a la primera entrega pero no por ello deja de ser un producto muy
entretenido y recomendable. Podemos afirmar que entretiene pero no conmueve ni
emociona como la primera entrega de Creed.
Y es que la sombra de Ryan Coogler, director de la entrega anterior y que en
ésta sólo realiza labores de productor ya que no pudo compaginarla con Black Phanter, es muy alargada. Gustará a
todo tipo de público, pero especialmente aquéllos que no hayan visto la saga
original de Rocky y sólo conozcan la
de Creed. Respecto a los seguidores
de la saga original seguro que les gustará pero no verán su expectativas
completamente colmadas.
La película tiene como gran gancho
comercial con la recuperación de Ivan Drago, personaje muy querido por los
aficionados a la saga, concretamente de Rocky
IV, papel que interpretó Dolph Lundgren. Junto a Ivan Drago le acompaña su
Viktor Drago interpretado por Florian Monteanu. Por supuesto está Sylvester
Stallone interpretando de modo formidable a Rocky. Sin embargo, después de
visionar la película uno acaba con la sensación un tanto agridulce porque, como
hemos señalado antes, a pesar de ser ser un vehículo de entretenimiento muy
divertido, el director no acaba de de aprovecharr los mimbres de los que
disponía, que son muchos y variados,para hacer un productor mejor.
El argumento gira de nuevo en torno a
Adonis Creed, el hijo de Apollo Creed. Tras la derrota ante Ricky Conlan, tal
como se muestra en la anterior entrega, esta película se inicia con la victoria
de Adonis sobre el campeón mundial de Peso Pesado Danny Wheeler y cómo
evoluciona su vida junto a Bianca, con la que se casará y acabarán teniendo una
hija.
El tema central de la película es la familia y cómo las acciones de los
padres influyen en la vida de los hijos. En ésta, Adonis Creed quiere vengar la
memoria de su padre venciendo en el cuadrilátero al hijo del hombre que acabó con
la vida de su padre. En Creed se
presentaba a Adonis como un niño problemático, hijo de Apolo Creed, fruto de
una infidelidad, y que estuvo internado en varios centros hasta que la mujer de
Apolo Creed lo acogerá en su casa criándose a partir de ese momento es un
ambiente acomodado. En esta primera entrega el objetivo de Adonis no era otro
que encontrar su lugar dentro del mundo de boxeo más allá del nombre de su
padre. Tuvo que superar las críticas que señalaban que la oportunidad que tuvo
en el boxeo fue gracias a su apellido y demostrar a todos que él a través de su
esfuerzo podría conseguir grandes metas.
A lo largo del filme nuestro
protagonista ha de enfrentarse a un dilema moral en el que tendrá que valorar
qué es más importante la familia o el boxeo.
Adonis se ha casado recientemente y tiene una hija y tendrá que valorar si
realmente merece pelear contra Viktor Drago, un joven ruso de aspecto
intimidatorio y con gran futuro, aún a riesgo de hacerse mucho daño tanto a sí
mismo como a su propia familia. Además, Adonis y Bianca viven muy preocupados
por la salud de su hija, que ha nacido con problemas de sordera.
Pero igual ocurre con Viktor Drago cuya
familia cayó en desgracia tras la derrota de su padre contra Rocky. Este
combate servirá como revancha que permitirá a su padre, y a él mismo, el
prestigio y el respeto perdidos por parte de toda una nación. Hemos de destacar
las actuaciones de Dolph Lundgren y de Florian Monteanu de gran hondura y que
saben imprimir gran humanidad a sus personajes. Padre e hijo viven en la fría
Ucrania en unas condiciones lejos de ser ideales en una pequeña vivienda y
aislado de todo. Además Ivan Drago ya no vive con su mujer, madre de su hijo, a
los que abandonó. Dolph Lundgren parece
que en los últimos años se aleja de los productos de serie b que habían caracterizado buena parte de su
carrera y vuelve al cine de calidad dejando una gran actuación. Y una de las
mejores de su carrera. Fue actor que alcanzó cierta notoriedad en los ochenta y
noventa con películas de acción y de ciencia ficción como, la señalada Rocky IV, de 1985, Masters del Universo de 1987, Red
Scorpion de 1988 o Soldado Universal
de 1992. En los últimos años se le ha podido ver en la saga de Los mercenarios o en Aquaman. Muy buena noticia para los amantes
del cine. Varios de los mejores momentos de la cinta corresponden a cargo de la
familia Drago. Uno acaba simpatizando por estos personajes perdedores que lucha
por recuperar su lugar en el mundo.
También Rocky tendrá que vivir su via crucis familiar debido a la nula
relación que tiene con su hijo Robert que, a su vez, ha sido padre de una
criatura, que convierte a nuestro Rocky en abuelo.
¿Qué
aporta esta cinta al universo de Rocky? Lógicamente existe una evolución
psicológica en los personajes principales, de modo paradigmático de Adonis
Creed. Sigue siendo un personaje muy nervioso y con gran amor propio pero se
enfrenta a una serie de circunstancias que le hacen evolucionar hacia una mayor
madurez. En la primera película Adonis vivía una situación de ascenso pues
pasaba de ser un perfecto desconocido a ser un reconocido boxeador capaz de
construir su propio legado. Aunque no acabó ganando el título pero sí que fue
el vencedor moral. En ésta Adonis es un hombre casado, padre de una hija,
ganador del título de boxeo pero, repentinamente tras la paliza recibida en el
combate que le enfrentó a Viktor vive un momento de declive A partir de este
momento Adonis vivirá un período de crisis y de búsqueda de identidad donde se
planteará su vida valorando a partir de ese momento a la familia.
Igual ocurre con Ivan Drago que ha
cambiado sobremanera. En Rocky IV
Ivan Drago era un personaje que parecía carecer se sentimientos, apenas hablaba
y estaba dotado de una gran fuerza que lo convertía en un superhombre o en una
máquina. Aquí aparece algo más humanizado. Se encuentra amargado y solo después
de la derrota en el combate que le enfrentó a Rocky en la Antigua Unión
Soviética. Ivan Drago fue denostado por sus propios paisanos y considerado un
traidor, incluso abandonado por su esposa. En este ambiente tan dosolador y
marcado por el odio Ivan Drago criará a su hijo Viktor. Con el paso del tiempo
Viktor Drago se convertirá en boxeador, al igual que su padre, y buscará el
momento para retar y enfrentarse a Adonis Creed, el nuevo campeón de boxeo.
Además de los Drago, destacamos como
siempre a Sylvester Stallone en el papel de Rocky. Cada vez que aparece su
presencia ilumina la pantalla, por ejemplo cuando visita a su mujer en el
cementerio y habla con ella, o todas las escenas que comparte con Michael B. Jordan.
Los combates de boxeo están rodados con gran pulso narrativo y dosis de
espectacularidad.
Por el contrario, la dirección de Steven
Caple Jr. es rutinaria y plana pues se limita únicamente a cumplir con su
cometido sin más y sin aporta ninguna novedad al respecto. Esto contrasta con
la dirección de Ryan Coogler en la primera entrega repleta de energía y de
sentido de humor que supo tomar los elementos del universo Rocky pero imprimiendo su propio sello y realizando un producto muy
personal. En Creed II disfrutamos de
tres combates. El primer combate enfrenta a Adonis con Danny Wheeler y que
significará la conquista del título. El combate aunque esté bien rodado y muy
bien resuelto desde un aspecto visual, carece de épica y de emoción y su única
justificación es poner a Adonis como campeón del título de boxeo al inicio de
la cinta. Es una lástima porque Danny Wheeler era uno de los personajes de la
primera entrega al que se enfrentó Adonis en un entrenamiento y en el que el
propio Adonis acaba siendo derrotado sin remisión. Al espectador le habría
gustado saber más sobre este personaje. Los otros dos combates están rodados
con gran pulso narrativo y muy bien resueltos y con gran espectacularidad, sin
embargo, no llega al nivel de los combates que rodó Ryan Coogler en la primera
entrega. Concretamente el combate final resulta muy conmovedor respecto a la relación
entre Ivan Drago y su hijo.
Otro aspecto que el espectador no acaba
de entender y que queda mal resuelto es el tema del cáncer que padece Rocky.
Durante la entrega anterior el espectador se preguntaba sobre si Rocky
superaría finalmente el cáncer o no. Lo lógico habría sido esperar que en esta
entrega Rocky luchara contra el cáncer. Sin embargo, la cinta obvia este tema y
presenta a un Rocky plenamente recuperado, aunque en alguna escena se le ve
tomando pastillas. ¿Dónde hemos visto que
Rocky ha superado el cáncer? Además de que la farola de la calle no
ilumina, el gran problema de Rocky es su hijo y su nula relación con él. Sin
embargo la cinta no desarrolla en ningún momento esta relación, o mejor dicho,
esta no relación, más allá de una escena al final de la cinta. Tampoco desarrolla
otros aspectos de la vida de Rocky que habrían sido muy interesantes de
explorar. Por ejemplo, en la película de Rocky
Balboa de 2006 Rocky tenía una amiga de la que ya no hemos vuelto a saber
más.
Como señalamos más arriba es una cinta
que carece de personalidad propia. Hay muchas escenas que se suceden una tras
otra que son muy cortas y que no logran alcanzar ninguna hondura mínimamente dramática.
Y éste es otro de los puntos débiles de la película: el director no se toma el tiempo necesario para contar la historia ni
desarrollar mínimamente los dramas de la historia. En este sentido la
narración de la cinta es acelerada y el espectador tiene la sensación de que la
historia de este Creed II se ha
desarrollado en unas pocas semanas cuando realmente pasa mucho tiempo entre un
combate y otro. Continúa el romance entre Adonis y Bianca que acabará en boda y
con el nacimiento de la hija. Pero no hay emoción ni giros inesperados. En el fondo Creed II es un remake
encubierto en forma de homenaje a Rocky
IV pero que copia sin ningún tipo de escrúpulo Rocky II, Rocky III y Rocky IV, sobre todo estás dos últimas. Y con la ausencia de sorpresas el espectador
sabe en cada momento lo que va a suceder. Eso no sucedía ni con la anterior Creed ni con la saga de Rocky. Ni siquiera la música acaba por
cautivarme totalmente. En Creed había
un tema musical central muy buena que aquí prácticamente no aparece, sólo
dejando ciertas reminiscencias. Además, hay muchos silencios en los que habría
sido recomendable introducir poner música que acentuase la acción.
Aparece Briggitte Nielsen retomando el
personaje de Ludmilla de Rocky IV,
esposo de Ivan Drago. Aquí aparece ya separado de Ivan Drago y casado con otro
hombre. Su presencia en la película está totalmente desaprovechado a modo de un
simple cameo y no profundiza en ningún momento ninguna relación con su ex
marido y su hijo. Igual ocurre con el hijo de Rocky, Robert, interpretado por Milo Ventimiglia, sólo apareciendo al final.
Un mayor desarrollo de estas historias habría dado a la película más
personalidad y hondura dramática.
En definitiva, una cinta que hará
disfrutar a los espectadores que no hayan visto la saga original de Rocky, y algo menos para un el auténtico
fan de la saga. Por supuesto que la película visualmente está bien resuelta con
planos muy buenos y combates bien
rodados, pero las escenas intermedias entre los dos grandes combates carecen de
fuerza, dramatismo y sentido del humor, en comparación con Creed. Como se ha señalado antes, la ausencia de Ryan Coogler se
nota muchísimo. Y su argumento no sólo ya lo hemos visto en otras películas de Rocky sino en otras como Kickboxer con Jean-Claude Van Damme o Karate Kid de John G. Avildsen. De todos
modos, es una cinta de obligatoria visión para los seguidores de la saga de Rocky.