House III poco o nada tiene que ver con las dos primeras pues comparte muy pocos elementos con sus dos predecesoras. Es una cinta de terror con tintes sobrenaturales y que se sitúa en el subgénero del slasher. A diferencia de los que sucedía con las dos primeras entregas, en House III el humor negro deja de tener el papel protagonista que había tenido, lo cual no significa que prescinda totalmente del mismo. La película se estrenó en EEUU con el título de The Terror Show con lo que los productores de la cinta pretendían alejarla de House II: aún más alucinante que había decepcionado mucho a sus seguidores. Sin embargo, en los demás mercados internacionales la película fue vendida por House III . No forma parte del universo cinematográfico en el que se enmarcó las dos primeras entregas basado en el subgénero de las casas encantadas y parece conducir a la saga hacia unos derroteros más serios, con elementos terroríficos y de gore. Es más, la cinta tiene más en común con el personaje de Freddy Krueger de Pesadilla en Elm Street (1984) de Wes Craven que con la saga de la que forma parte. Además, es una época en la que la figura de Freddy Krueger empezaba a mostrar síntomas de agotamiento. Curiosamente en el mismo año 1989 se estrenó en las salas americanas la cinta Shocker, 10.000 voltios de terror, del propio Wes Craven con el que guarda muchos paralelismos argumentalmente pues poseen ambas el mismo argumento prácticamente.
House III trata la historia de Max Jenke (Brion James), un peligroso asesino que tenía permanentemente en jaque a toda la ciudad por la brutalidad con la que mata a sus víctimas. Será finalmente Lucas McCarthy (Lance Henriksen) quien lo capture y lo entregue a las autoridades. Finalmente el asesino será ejecutado en la silla eléctrica. Durante la ejecución Max Jenke muestra un poder diabólico escalofriante al resistir con vida durante varios minutos riéndose de todos los presentes. Por ello los responsables aumentan la potencia para acabar con él. Sin embargo, antes de morir se dirigirá a Lucas McCarthy para jurarle que regresará de la muerte para hacerle la vida imposible. Los paralelismos con Pesadilla en Elm Street son evidentes. Ésta contaba la historia de Freddy Krueger, un personaje que tras ser quemado vivo por los padres de los niños a los que asesinó, vuelve de la muerte para vengarse a través de los sueños de los descendientes de los que le mataron. Toma muchos elementos: la caldera de la casa como representación del mal, la forma de hablar, la risa aterradora, la atmósfera onírica que posee ambas películas, el humor negro…
Sin lugar a dudas, House III es la cinta de la saga que se encuentra más orientada hacia el terror y el gore, aunque sigue manteniendo algún toque cómico especialmente con el humor negro del asesino. Las dos primeras entregas de la saga de House se llevó a cabo una lectura cómica al subgénero de las casas encantadas, incluso la segunda entrega acabó siendo una historia de aventuras. En ambas películas el humor acababa predominando respecto al terror. House III tiene por supuesto humor pero en ningún momento predomina respecto al terror. La mezcla entre humor negro y terror, unido a situaciones bizarras y gore constituye lo más definitorio de la película. Sin embargo, esta combinación entre terror y humor provoca algunas situaciones fuera de lugar, que no casa bien con el espíritu de la película como aquella escena en la que aparece la cara de Brion James en un pavo cocinado. Estos momentos delirantes no coinciden con el inicial tono serio que rezumaba la cinta.
James Isaac debutaba en la dirección con esta película que tiene con la logro una atmósfera y ambientación onírica y pesadillesca. En esto último sigue la misma estrucutra de Pesadilla en Elm Street con un personaje que asesina niños y cuyo objetivo es vengarse del policía que lo detuvo. James Isaac extrema la violencia en algunas escenas con mutilaciones, asesinatos y mucha sangre. Como hemos señalado antes prácticamente comparte el mismo argumento que la película Shocker, 10.000 voltios de terror de Wes Craven siendo esta última superior fundamentalmente por el buen hacer de Craven en este género.
Destacan las interpretaciones de los dos actores principales Lance Henriksen y Brion James encarnando respectivamente al policía y al psicópata. Lance Henriksen es un actor famoso por su participación en Terminator (1984) y Aliens II: el regreso (1986), ambas dirigidas por James Cameron. Resulta creíble como detective obsesionado con un asesino que le persigue incansablemente y que pone en peligro no solo a él sino a su familia. Por su parte, Brion James es un secundario habitual del cine de acción de la década de los 80 y de los 90 a través de cintas como 48 horas (1982), 48 horas más (1990), ambas dirigidas por Walter Hill, Red Scorpion (1989) de Joseph Zito y Tango y Cash (1989) de Andrei Konchalovski. El asesino representa el puro mal que vuelve de entre los muertos para buscar venganza. Al igual que Freddy Krueger, como hemos señalado antes su presencia siempre se torna amenazante debido a sus ojos desencajados y una risa característica.
La escena más destacable para el que esto escribe es la ejecución del asesino en la silla eléctrica, que resulta escalofriante y humorística. También podemos destacar los problemas psicológicos que va sufriendo Lucas ante la amenaza constante del asesino y como todo ello acaba repercutiendo en su familia.
En definitiva, es una película más seria y violenta que las dos primeras entregas, con escenas gore bien rodadas, destacando la ejecución del asesino en la silla eléctrica. En 1992 se estrenaría la cuarta parte de la saga y que recuperaría el título de la saga: House IV volviendo a la temática de las casas encantadas de las dos primeras entregas, aunque una cinta poco recomendable.
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