jueves, 24 de septiembre de 2020

El extraño viaje (1964), de Fernando Fernán Gómez

Si usted no ha visto esta maravillosa película, deje de leer inmediatamente este comentario pues contiene información relevante que desvela datos importantes de su trama. El extraño viaje es una película española de 1964, dirigida por Fernando Fernán Gómez y con un reparto estelar con Carlos Larrañaga, Lina Canalejas, Tota Alba, Jesús Franco y Rafaela Aparicio. Se inspira en un argumento originario de Luis García Berlanga, adaptado a guión cinematográfico por Pedro Beltrán basándose en el llamado Crimen de Mazarrón, un pueblo situado al sur de la comunidad murciana. Originariamente la película se titularía El crimen de Mazarrón, pero como consecuencia de las presiones procedentes del mismo pueblo de Mazarrón para que se cambiara el título para que no lo relacionaran con dicha película debido a la mala publicidad que iba a dar lugar, perjudicando el turismo de la zona. Fernando Fernán Gómez cambió el título original por el de El extraño viaje, situando la acción en un pueblo de Madrid. Intuitivamente el título de la película parecería remitir a la muerte, pero a lo que realmente se refiere es al deseo de escapar de un pueblo castellano de carácter sumamente asfixiante y perturbador por parte de varios de los personajes que pululan en la cinta. La banda sonora está firmada por Cristobal Halffter con un tema principal bastante a la vez oscuro e inquietantemente pegadizo que refleja perfectamente la sordidez de la película.

La película tuvo múltiples problemas desde el momento mismo de su gestación y sólo consiguió estrenarse cinco años después de manera prácticamente clandestina, convirtiéndose en un fracaso comercial y de crítica. Nadie, ni espectadores ni críticos profesionales, supieron comprender la grandeza de la película, que no es poca, que se adelantaba con creces a la sociedad de su época. Esto no es más que una manifestación más de la represión y atraso cultural del pueblo español de la Dictadura franquista, además de la banalidad de muchas críticas cinematográficas que careciendo de un conocimiento riguroso de la película la condena de manera irremediable y que, inevitablemente, afecta a la cinta y a su rendimiento en taquilla, como efectivamente sucedió con El extraño viaje. Por ello es una de las consideradas cintas malditas de la filmografía española y que solo el paso del tiempo, sabio donde los haya, permitió situarle como un clásico del cine español, sin nada que enviar a otras grandes cintas como Bienvenido Mr Marshall o Plácido, ambas de Luis García Berlanga. El extraño viaje es una comedia oscura, repleta de ironía, macabra y gotas de terror, nada habitual en el cine de esta época caracterizado sobre todo por las llamadas españoladas. Fernán Gómez reflexiona sobre todos sus intereses como artista manifestando una profunda amargura y desesperanza: el paso del tiempo, la descripción esperpéntica y valleinclanesca de una España atrasada y reprimida.

El fracaso comercial, que no artístico, se sumó a la de otras películas de Fernán Gómez como La vida por delante (1958), La vida alrededor (1959) o la posterior El mundo sigue (1965). Todas estas cintas con el paso del tiempo se convirtieron en obras de obligada visión para todo aficionado al cine que se precie. La película posee escenas realmente sorprendentes por lo innovadoras que resultan, sobre todo para el público al que se dirigía la cinta. Por ejemplo, Fernando, interpretado por Carlos Larrañaga, desfila vestido de mujer como si se tratase de Norman Bates de Psicosis. Su bajísimo presupuesto y escasez de medios se compensa con un guión sobresaliente, además del buen hacer en la dirección de Fernán Gómez. Encontramos reminiscencias de clásicos del cine patrio español como Berlanga (como hemos señalado, el guión se inspira en una idea suya), Rafael Azcona, guionista habitual de Berlanga, pero también de clásicos del cine de terror, especialmente Psicosis de Alfred Hitchcock. En la cinta se produce un tránsito desde la comedia realista costumbrista, sumamente amargo y nada amable, hacia una película de suspense. Éste es uno de los grandes méritos de la cinta, dejando al espectador perplejo y desorientado. Fernán Gómez orquesta todos estos mimbres y conduce al espectador a un desenlace realmente sorprendente, repleto a su vez de amargura y desesperanza. En la última parte la cinta se desarrollará por la vía del suspense y del terror. Y lo hace de un modo muy brillante. Realmente lo que caracteriza a la cinta es una mezcla de los más diversos géneros: la comedia costumbrista, el drama con el terror y el suspense. A pesar de esta heterogeneidad de géneros, la unidad de la película no queda resentida en absoluto. En esto consiste precisamente su principal seña de identidad y que seguramente sin el talento de Fernán Gómez tras las cámaras no hubiera sido posible.

Distinguimos dos tramas argumentales en la cinta: una parte de comedia costumbrista y negra y otra de intriga y suspense con ínfulas de terror. Fernán Gómez retrata la vida cotidiana de un pueblo lleno de prejuicios y deseos reprimidos. Su crítica no se dirige solamente al pueblo sino a las clases altas, no dejando títere con cabeza. Los hermanos Vidal, pertenecientes a una familia de clase alta, viven en soledad en su misteriosa y oscura mansión. Son descritos de manera tétrica en el caso de la hermana mayor y de enorme infantilismo en el caso de los hermanos menores. El pueblo llano, por su parte, tiene carácter patriarcal, y casi todos viven en la ignorancia y dominados por los prejuicios, muy común en la España de los 60. Es una sociedad acomodada en el dolor, en la desesperanza, en la imposibilidad de cambiar las cosas y mejorar, totalmente insensible al dolor ajeno, sin empatía hacia sus semejantes y orientado a la satisfacción del propio egoísmo e interés. Casi todos los personajes son mentirosos y egoístas: los hermanos Vidal, los músicos de orquesta, la dueña de la mercería, los vecinos curiosos que siempre gustan en criticar aunque no lleven la razón. Únicamente se salvan Beatriz, la mercera del pueblo, y Angelines, una mujer muy moderna cuyo objetivo es abandonar el pueblo lo antes posible. En este sentido nos recuerda a otras joyas del cine español como las dirigidas por Luis García Berlanga. Fernán Gómez no dulcifica a los personajes en ningún momento sino que en todo momento impera el más crudo realismo. Todos sus habitantes conforman un extraño cuadro en el que, en el fondo, podemos identificar los elementos propios de los pueblos españoles de esta época: los habitantes hacen su vida en torno al bar, a la Iglesia, al baile de fin de semana. También están los típicos arquetipos de la época: el alcalde, el boticario, el médico… Como he señalado, no hay esperanza para nadie. El pueblo se encuentra encerrado en sí mismo, no es posible escapar de su ambiente opresivo y asfixiante. El propio espectador no puede dejar de sentirse como un intruso que espía a modo de voyeur la realidad de esa época.

La película constituye un documento imprescindible desde un punto de vista histórico para contemplar esa España profunda de los años 60 a través de ciertos pueblos particulares que poseen, sin embargo, carácter universal, pues todos de algún modo nos podemos identificar. En todo momento se palpa la pobreza, el hambre, la ausencia de oportunidades para progresar, la censura y la represión. Las señoras mayores visten de negro y cotillean entre sí. Dos jóvenes mujeres que desean marcharse del pueblo se enamoran de dos músicos de una banda ambulante que toca en el pueblo los fines de semana. Los ancianos se reúnen a tomar una copa de vino en el bar de la plaza. El elemento más definitorio de pueblo, a excepción de las dos jóvenes, es la hipocresía, muy habitual por cierto en todo autoritarismo represivo, como es el caso del franquismo. Cada uno intenta aprovecharse de su semejante y satisfacer su interés egoísta. La descripción de las clases altas no es más optimista, ni mucho menos. Viven totalmente aisladas sin vínculo alguno con el pueblo, presentan una falsa apariencia de rectitud moral y que en el fondo lo que hace es camuflar sus deseos y pulsiones más íntimos. Cuando sus pulsiones se descontrolan todo acabará en tragedia. La familia Vidal vive en una oscura y tenebrosa mansión. Sólo tiene relación con la realidad externa la hermana mayor a través de su amante, un músico ambulante mucho más joven que ella. El interior de la casa presenta un carácter gótico y claustrofóbico, una iluminación tenebrosa, aves disecadas como metáfora de la muerte, todo se describe acompañado de una música sumamente inquietante. La hermana mayor se llama Ignacia, interpretada por Tota Alba. Su vestuario es enlutado, siempre permaneciendo en la sombra. Los dos hermanos menores son Venancio, interpretado por Jesús Franco y Paquita, interpretado por Rafaela Aparicio: son personajes instalados en el miedo, sin afán de protagonismo, sometidos por su autoritaria hermana mayor, aislados respecto a la sociedad e infantilizados, como consecuencia de todo lo anterior. Es en el retrato de la mansión y de los excéntricos hermanos donde podemos observar la influencia de la película Psicosis. Hay muchos elementos que se repiten en ambas películas: el aislamiento de los personajes, el dominio que ejerce la hermana mayor a los dos hermanos menores, el travestismo del amante de Ignacia…

Respecto a la trama argumental, en una noche de tormenta, Paquita escucha un ruido y temerosa acudirá junto a su hermano Venancio al dormitorio de Ignacia. Paquita cree ver a alguien más en la habitación de su hermana, pero ésta lo niega todo y les obliga a volver a sus respectivas habitaciones. Paquita está totalmente convencida de que su hermana mayor estaba reunida con otra persona más en la habitación y cree que pretende deshacerse de ella y de su propio hermano. Posteriormente Ignacia les revela que su intención es vender la casa y comenzar una nueva vida en el extranjero. Sin embargo, sus intenciones reales es comenzar ella una vida nueva con Fernando, interpretado por Carlos Larrañaga, su amante, y deshacerse de los dos hermanos. Pero nada sale de acuerdo con lo previsto. Ignacia, una mujer que va alcanzando la madurez y se va dando cuenta que la posibilidad de encontrar un marido con el que formar una familia se va convirtiendo cada vez más en una opción remota. Es muy infeliz, al igual que sus hermanos. Debe cuidar de los hermanos menores, que se ven sometidos , pero a su vez le resultan necesarios, pues no sabe tratar de otro modo a los demás. Ignacia cuida de sus hermanos menores pero no duda en absoluto en abandonarlos sin escrúpulo alguno cuando se le presenta la oportunidad de hacer su vida junto a su amante. Los hermanos menores viven tranquilos en su mansión, sin apenas contacto con el mundo exterior, echan de menos su juventud de antaño, de ahí viene su infantilismo, además de inocencia, metáfora de la dictadura. Al igual que en el Leviatam de Hobbes, estos dos hermanos prefieren renunciar a su legítima libertad y autonomía a cambio de una seguridad que le viene dado por la hermana mayor. Se amoldan perfectamente a lo que Kant denunciaba en su famosa obra ¿Qué es la Ilustración?: es más fácil que otro piense por ti que tú pienses por ti mismo, es más fácil obedecer a una autoridad, aunque su legimitidad sea dudosa que atreverse a pensar por uno mismo, cueste lo que cueste. Sin embargo, estos dos hermanos, inicialmente sumisos acabarán por rebelarse desde el momento en que temen perder esta situación de aparente seguridad que ostentan.

Fernando, interpretado por Carlos Larrañaga, es un personaje clave en la película pues constituye el punto de unión entre la familia Vidal y el pueblo. Sin embargo, Fernando no está realmente enamorado de Ignacia sino que lo único que hace mantener esta relación es el interés económico que pudiera conseguir. En realidad, Fernando se encuentra enamorado de la joven Beatriz, la mercera del pueblo, cuyo sueño es casarse y salir del pueblo. Es un músico ambulante que se gana la vida actuando en los pueblos de la España profunda. Ante la insistencia de Beatriz por casarse con Fernando y el deseo de éste de mantener su relación con Ignacia por el dinero que pudiera conseguir, se inventa la existencia de un ficticio hermano enfermo al que debe cuidar, con el objetivo de postergar la boda.

Beatriz, interpretada por Lina Canalejas, es el personaje de mayor rectitud moral de la cinta, junto a la moderna Angelines, interpretada por Sara Lezama. Siempre está dispuesta a ayudar a todo aquél que lo necesite, encara las dificultades de la vida con el mayor ánimo posible. Pero también es la verdadera víctima de ese submundo de mentiras, falsedades e hipocresía. Por su parte Angelines es una chica moderna que le gusta vestir de forma atrevida, es extrovertida y está completamente convencida de que quiere salir del pueblo. Otro personaje muy representativo de la cinta y de la época que retrata es la mercera jefa, interpretada por María Luisa Ponte, dueña de la mercería Le Parisien que el icono del puritarismo, del critiqueo permanente, de los prejuicios de una sociedad atrasada.

Voy a señalar a continuación algunas analogías entre este El extraño viaje y Psicosis de Alfred Hitchcock. Son películas contemporáneas: Psicosis es del año 1960 y El extraño viaje de 1964.Tal como hemos señalado antes, tanto los tres hermanos como Norman Bates vivían en una mansión totalmente al margen de la sociedad en la que vive. La decoración de ambas casas se asemejan. Es muy elocuente, la existencia de aves disecadas en ambas casas lo tienen en común. Ignacia y su amante Fernando se equiparan a Norman y a su madre. Ignacia, al igual que sus hermanos carecen de una referencia tanto paterna como materna, aunque en la película no se explica en ningún momento cómo fue su relación con sus padres en el pasado, ni en qué momento exacto perdieron a sus padres. Ignacia es una figura sumamente ambivalente porque en apariencia vive en una aparente felicidad debido a su posición social. Sin embargo, más allá de esta aparente felicidad es un personaje que se encuentra sumamente reprimida. Sin embargo, desde el momento en que aparece Fernando, sus deseos y pulsiones internos se manifestaran. En el caso de Norman pasa exactamente lo mismo, aunque por motivos diferentes. Como sabemos, Norman desde muy niño perdió a su padre y, por tanto, su educación corrió a cargo de su madre de modo completo. La relación entre Norman y su madre es sumamente compleja. Por una parte, la madre que goza de una salud precaria tema continuamente la posibilidad de que su hijo Norman se enamore de una mujer y que la deje en completa soledad al cuidado de su Motel. Siguiendo el modelo explicativo del psicoanálisis freudiano, Norman no ha tenido una referencia paterna que le permitiera a lo largo de su desarrollo personal desligarse de la madre y constituirse como una persona plenamente autónoma. Cuando la madre se enamoró de otra persona, entonces Norman ante el temor a la posibilidad de perder a su madre tomó la drástica decisión de asesinar tanto a su madre como a su novio. Sin embargo, tal era su culpabilidad que Norman quedó traumatizado. Decidió robar el cuerpo de su madre de la tumba y aplicando sus conocimientos de taxidermia momificarla. Este dolor provocó un trauma en Norman que provocó que su personalidad se escindiera en dos, por una parte la personalidad de Norman y por otra la de su madre. De este modo Norman hacía su vida normal en su casa como si su madre estuviera viva. Lo más inquietante de todo era que Norman imitaba la voz de su propia madre y mantenía conversaciones con ella. Cuando el joven Norman se enamoraba de cualquier mujer o, al menos, sentía atracción por alguien, entonces surgía la autoritaria personalidad de su madre para asesinar. Y Norman, como fiel hijo, se limitaba a limpiar los restos del asesinato eliminando todas las posibles pruebas que pudiera incriminar a su madre. Como he señalado Ignacia tiene una personalidad totalmente reprimida por las falsas apariencia, sin embargo, cuando aparece Fernando, su libido se manifiestará. En su intento por seguir manteniendo las apariencias Ignacia y Fernando llevan su relación con absoluto secretismo. Sin embargo, tal como nos hemos encargo de señalar más arriba, Fernando sólo pretende enriquecerse a costa de Ignacia y se encuentra enamorado realmente de Beatriz, la mercera del pueblo. Por ello, cuando Fernando se retrasa en sus citas o conoce alguna otra mujer sólo hacer despertar los celos de Ignacia. Lo mismo que sucedía con la madre de Norman. El travestismo es otro aspecto que comparte tanto El Extraño viaje como Psicosis. Norman Bates padecía de doble personalidad de modo que cuando se imponía la personalidad de su madre se vestía con ropa de mujer. Cuando Ignacia decide renovar un poco el vestuario que usa habitualmente pide a Fernando que se vista con ropa de mujer para así hacerse una idea de cómo queda el vestido puesto. También, cuando Ignacia es asesinada por los dos hermanos, Fernando se hace pasar por Ignacia vistiéndose con sus ropas. Otro aspecto que podemos sobre el que podemos llamar la atención es el tema de los asesinatos y el modo en que se deshacían de los cadáveres. En el caso de Norman, el modo habitual era arrojar los cuerpos asesinados en un pantano cercano a su mansión. En el caso de Ignacia, tanto Fernando como los hermanos decidieron arrojar su cadáver en el interior de una tinaja. Su cadáver será descubierta finalmente cuando Fernando decide confesar todo lo ocurrido a la guardia civil.

Era manifiestamente claro que una película como ésta no podía tener ni por asomo un final feliz. Solamente Angelines consigue su propósito que no era otro que la del salir del pueblo. Fernando será uno de los que salen más mal parados en la cinta, debido a la muerte de los tres hermanos, aunque él no fue su asesino en sentido propio es manifiesto que si no hubiese hecho su aparición en el pueblo no se hubiera producido semejante tragedia.

En definitiva, una película altamente recomendable para todo buen aficionado al cine y el testimonio de una época en la que se muestra a una España muy atrasada desde el punto de vista cultural. Aunque sea una cinta rodada con pocos medios esto no es óbice para que sea una de las grandes películas del cine español gracias entre otras cosas a un guión muy elaborado. Estamos ante un clásico del cine español que sin duda se adelantó con mucho a su tiempo y que todo buen amante del cine debe reivindicar.



viernes, 11 de septiembre de 2020

Comentario de Motel Bates, de Richard Rothstein (1987).

    

    El siguiente comentario contiene spoilers de la película que revelan información crucial sobre la misma, así que si usted no ha visto Motel Bates retírese inmediatamente. Motel Bates es un fallido capítulo piloto de una serie de televisión que habría girado en torno al famoso Motel se Norman Bates pero que debido a sus bajas audiencias en su estreno en televisión no se llegó a realizar. Está dirigida por Richard Rothstein que seguramente una de sus grandes aportaciones al mundo del cine fue el guión que escribió para Soldado Universal en 1992, dirigida por Roland Emmerich y protagonizada por Jean-Claude Van Damme y Dolph Lundgren. Tuvo tal éxito que dio lugar a tres continuaciones más de irregular calidad. Motel Bates está protagonizado por Bud Cort, es en papel de Alex West, Lori Petty en el papel de Willie, Moses Gunn en el papel de Henry Watson y Kurt Paul en el papel de Norman Bates. Bud Cort es un actor que ha participado en películas como The Life Acuatic de Wes Anderson del año 2004 y Dogma de Kevin Smith del año 1999. Lori Petty aparece en películas conocidas como Le llamaban Bodhi dirigida por Kathryn Bigelow en 1991, Un equipo muy especial dirigida por Penny Marshall en 1992, Liberad a Willy de Simon Wincer o la fallida Tank girl rachel Talalay en 1995. Moses Gunn participó en los años 70 en Las noches rojas de Harlen y Shaft vuelve a Harlen, ambas dirigidas por Gordon Parks, La historia interminable, dirigida por Wolfgang Petersen en 1984 o El sargento de hierro, dirigida por Clint Eastwood en 1986. El caso de Kurt Paul es un actor que ha desarrollado su actor en cine y televisión en papeles secundarios, incluso de doble. Curiosamente participó en todas las continuaciones que tuvo la película Psicosis: participó en Psicosis II y en Psicosis III como doble de Anthony Perkins, y tenía un pequeño papel en Psicosis IV El comienzo, aunque ya no como Norman. Y curiosamente en Motel tiene una breve aparición interpretando, como no a Norman Bates. Y la verdad que el parecido con Anthony Perkins es notable.

¿Qué podemos decir de Motel Bates? En primer lugar que no es de extrañar la cantidad de críticas negativas que recibió la película en el momento de su estreno. Se sumerge en el universo de Psicosis, usa el motel y la mansión Bates y muchos otros escenarios habituales de la saga. Sin embargo, el enfoque de la misma es totalmente distinta pues va más allá de la intriga realista en la que se basó las películas de Psicosis sumergiéndose en una atmósfera de carácter fantástico, incluso con fantasma. Podríamos aceptar las críticas que recibió la película señalando que tales elementos no son coherentes con el universo de Psicosis. También es cierto que la cinta no está protagonizada por actores conocidos para el gran público, ni siquiera el propio director. Sin embargo, para quien esto escribo, me pareció una buena película cargada de grandes dosis de nostalgia hacia un tipo de cine totalmente caduco hoy en día. La cinta sería el típico producto que sólo pudo haberse realizado en los años 80. Tiene una buena banda sonora y la melodía principal que suena varias veces a lo largo del filme tiene un gran poder de evocación, a la vez de nostálgica, un poco como el comienzo de Psicosis II, de Richard Franklin. A poco que rastreemos un poco encontramos en Motel Bates muchas influencias y elementos del cine y de la televisión de los 80. La película intenta combinar la fantasía, terror y la comedia, algo muy habitual del cine de los 80: Los cazafantasmas dirigida por Ivan Reitman en 1984, Gremlis, dirigida por Joe Dante en 1984, Noche de miedo, dirigida por Tom Holland en 1985, House, una casa alucinante, dirigida por Steve Miner en 1988 o Bitelchús de Tim Burton, del año 1988. También tiene mucho de muchas de las series que se emitían por televisión de la época como Se ha escrito un crimen, El cuentacuentos o Scooby Doo. Pues imaginen todos estos elementos dentro del universo de Psicosis, entonces sale algo parecido a Motel Bates. Para quien esto escribe es una película muy reivindicable por la nostalgia que despierta por un tiempo que ya pasó y que no volverá. Esto es un aspecto muy a reivindicar en el terreno del cine. Hoy en día la industria cinematográfica ha cambiado mucho, fundamentalmente por el desarrollo de las nuevas tecnologías, especialmente Internet y el teléfono móvil. No sólo la industria del entretenimiento que es el cine ha cambiado, sino también nuestro mundo, o mejor dicho, nuestra percepción del mundo. Antes era todo un evento que llegara el final del mes o comienzos del siguiente para comprar la revista de cine correspondiente. Para algunos, como para el que esto escribe todavía lo sigue siendo. Ahora revistas como Supertele o Teleprograma han perdido su encanto, al menos para el que esto escribe. Seguro que me diréis que esto es consecuencia lógica de que se tiene que adaptar a los tiempos. Pero antaño estas revistas y otras por el estilo valoraban las películas que se emitían a lo largo de una semana con una brevísima reseña y que era lo que justamente le daba un gran valor. Hoy en día aparecen una cantidad ingente de canales de pago simplemente con el título de la película y sin ninguna más valoración. Es más, respecto a la programación de películas en los canales tradicionales de televisión, en la mayoría de los casos sólo pone título aún por determinar. Es más, hoy en día es muy difícil ver una película en televisión debido a los constantes anuncios publicitarios que impiden una mínima concentración y que alargan la película hasta altas horas de la madrugada, algo totalmente inadmisible. Antes el buen aficionado al cine tenía que estar pendiente de las películas que emitían por la televisión para grabarlas en el video VHS y si se le pasaba alguna corría el riesgo de no verla nunca en el sentido literal. Recuerdo que siendo niño Antena 3 emitió en una madrugada una película que por aquél entonces se conocía con el título Rebel, una película dirigida por Anthony Page y protagonizada por Sylvester Stallone. Recuerdo que ni Teleprograma y Supertele informaron sobre la emisión de esa película y descubrí a posteriori su emisión hojeando el diario deportivo Marca que mostraba la programación del día anterior. Me eché en cara durante mucho tiempo no haber estado atento a la programación y tuvo que pasar muchos años, en los que yo estando en una tienda de películas de segunda mano descubriera ese bien tan preciado. Sin embargo, el título no era Rebel sino Fuga sin descanso. Sin embargo, ese pequeño detalle no fue suficiente para engañarme y al ver esa portada descubrí que era el título que perseguía desde niño. El aficionado al cine de antaño era sobre todo un investigador, cosa que desaparece hoy en día. Pues con Internet apretando un botón ya disponemos de una infinita información sobre cualquier tema que nos interese. ¿Qué decir de la lamentable desaparición de los recordados Videos-Clubs? Era un lugar de culto y de reunión para todo aficionado al cine y tenía que estar muy bien atento a los estrenos pues, en todos los casos, la novedad siempre estaba en alquiler y había que estar atento a que lo devolvieran y ser lo suficientemente rápido para cogerlo. Hoy en día todo eso ha desaparecido. Recuerdo que varias semanas antes del estreno de la película Los Mercernarios 3 de John Hughes en el verano de 2014, la cinta fue filtrada en gran calidad por Internet, lo que provocó que el éxito de la citada cinta no fuera como el de las dos primeras cintas. En la década de los 80 este tipo de peligros no existían en la industria cinematográfica. Una vez descrito el contexto en el que nace Motel Bates, el lector comprenderá la simpatía que siento por este producto. Por supuesto que esta película no es una joya del séptimo arte ni tiene frases que quedarán grabados a fuego en la mente de ningún aficionado al cine. Pero la película tiene un gran encanto y tiene la valentía de llevar el universo Psicosis a otro nivel. Es un capítulo piloto cuya duración no es de media hora, que es lo que habitualmente dura un capítulo de televisión sino de una hora y media. Todo aquél que vea la serie tiene que tener la suficiente sensibilidad interpretativa para entender que Motel Bates está concebida como capítulo de serie de televisión y no como película en sentido propio. Esto significa que mientras una película normalmente está lo suficientemente estructurada en una introducción, un nudo o desarrollo y un desenlace. Una serie no puede asumir esta estructura en sentido propio porque por su propia naturaleza su historia ha de desarrollarse no en un solo capítulo sino en muchos. Y esto constituye una limitación para Motel Bates para todo aquél que la concibe como una película autónoma. Hay muchos aspectos que por razones obvias no pueden desarrollarse en la cinta, la más palpable la locura del protagonista Alex West. Estuvo internado en una institución mental, donde coincidió con Norman Bates, haciéndose íntimos amigos, durante años. Siendo niño murió su madre y su educación corrió a cargo de su padre, un hombre que trabajaba en una lavandería. Sin embargo, como Alex era frecuentemente maltratado por su padre y como consecuencia de ello asesinó a su padre aprovechando que estaba en el interior de una secadora limpiándola. Sin embargo este aspecto no aparece suficientemente desarrollo en Motel Bates, es más ni siquiera nos percatamos de que sus facultades mentales pudieran estar mermadas. Muy al contrario parece ser una persona muy educada y con modales exquisitos. Este carácter por cierto es muy parecido al de Norman cuando no se encontraba preso de la locura. El papel de Norman está interpretado por Kurt Paul, actor y doble cinematográfico, pues éste ya fue doble de Anthony Perkins en las dos primeras secuelas de Psicosis. Resulta absolutamente asombroso el parecido físico que tiene Kurt Paul con Anthony Perkins. Al igual que sucedió en Psicosis IV el comienzo, Motel Bates decide ignorar los acontecimientos tanto de Psicosis II como de Psicosis III. Esta puesta entre paréntesis de Psicosis II y Psicosis III era especialmente lamentable, en primer lugar porque eran grandes continuación de la original Psicosis que sin llegar a su nivel cinematográfico, algo muy obvio por cierto, si que contribuía decisivamente a crear la mitología del personaje. Además, era una actitud muy prepotente del guionista de la cinta, Joseph Stefano, dando a entender que las secuelas eran películas mediocres y sólo la suya era la verdadera continuación. Fue poco honesto porque si ése era su intención ¿por qué se titula la película Psicosis IV y no de otra manera? Además, si hubiera sido una gran película, pues entonces todo seguidor de la saga debería haberse callado, pero no es el caso sino que se trata de una película sumamente mediocre. En el caso de Motel Bates ignorar los acontecimientos narrados en las dos primeras secuelas de la serie no molesta en absoluto, aunque hubiera sido de agradecer una mayor fidelidad a la saga de Anthony Perkins. En primer lugar, siendo Psicosis III del año 1986 y Motel Bates de 1987, no hubiera sido posible explicar cómo en un único año Norman y Alex pudieron convertirse en amigos íntimos hasta el punto de que el primero legó su motel al segundo. En segundo lugar, y esto es más importante, Motel Bates se desliga desde el primer momento del universo de Psicosis para crear el suyo propio. Norman Bates fallece al principio y, por tanto, con esta muerte ya está perfectamente justificado que Motel Bates se despegue de la saga y tenga su propia personalidad. La película tiene bastantes puntos de interés, fundamentalmente, como he señalado más arriba, la mezcla de humor y de terror a partir del contrapunto de los dos protagonistas Alex West y Lori Petty. Son dos personalidades opuestas pero que se necesitan mutuamente. El humor de la película se basa en buena medida en la oposición de caracteres entre ambos personajes, aunque no sean precisamente los hermanos Marx. Tras la muerte de Norman, Alex recibe como herencia su mansión y su motel siempre y cuando esté dispuesto a reabrir el negocio. Una vez que finaliza su período de reclusión en la institución mental viajara en autobús hasta llegar al famoso motel. La fotografía de la mansión es excelente transmitiendo un aire a pasado y destrucción. La propiedad se encuentra vallado, con pintadas, muchas ventanas rotas, paredes destruidas y una soledad extrema. Cuando Alex pasa su primera noche en la mansión de Norman descubrirá que no está solo sino que temporalmente una joven llamada Willie vive allí. Sin analizamos el piloto descubrimos que en el fondo no es un único capítulo sino dos que se encuentran hilvanados. Una historia tiene que ver con la reapertura del viejo motel y cómo Alex se verá obligado a pedir un préstamo para llevar a cabo la necesaria reforma. El banquero Tom, interpretado por Gregg Henry, le a regañadientes le concederá un préstamo, aunque su intención era llevar a cabo una reforma radical de la propiedad Bates y así poderse lucrarse económicamente. Alex durante su estancia en la mansión Bates es testigo de extrañas apariciones de la supuesta madre muerta de Norman. A medida que se va desarrollando la reforma los trabajadores van descubriendo más cadáveres, concretamente los de la madre y el padre de Norman. Por fin llega el día de la apertura del Motel Bates y el negocio comienza mal sin ningún cliente a la vista. La situación es complicada porque la fecha para devolver al banco el préstamo vence al siguiente día. Las cosas van a cambiar cuando llegue la primera cliente será una escritora llamada Barbara, interpretada por Kerrie Keane, cuyo objetivo supuestamente sería encontrar inspiración. Sin embargo, su intención no es otra que la de suicidarse. Cuando parecía que la apertura del Motel Bates sería un auténtico fracaso llegan de manera inesperada un conjunto de jóvenes para alquilar todas las habitaciones del motel. Los jóvenes tienen como objetivo pasar un rato agradable bailando y escuchando música. Uno de los jóvenes será Sally, interpretada por Khrystyne Haje, presintiendo que Barbara iba a quitarse la vida aparece sorpresivamente en su habitación simulando haberse equivocado impidiendo de este modo la tragedia. Sally obliga a Barbara a pasar la noche con sus amigos y así cambiará su percepción de la realidad. Al final de la noche Barbara y Sally vuelven a reunirse, después de que ésta viviera una situación incómoda con uno de los jóvenes. Sally parece conocer mucho de la vida de Barbara y va presentando a todos y cada uno de sus amigos. Entonces descubrirá que todos estos jóvenes son fantasmas que decidieron quitarse la vida en un momento determinado. Barbara cambiará su percepción y decide seguir con su vida, por muy dolorosa que le pudiera resultar. Mientras los jóvenes montados en sus coches desaparecen en la oscuridad de la noche. Introducir una historia de carácter fantástico me parece un gran acierto del capítulo y sobre todo por el halo de misterio que deja al espectador justamente al final. Parece que esta historia se inspira bastante en Maureen, interpretada por Diana Scarwid, en Psicosis III que también alquiló una habitación en el motel con el objetivo de suicidarse. Finalmente la otra historia que se entrecruza, que ya hemos ido adelantando líneas arriba es la de las apariciones de la supuesta madre de Norman, y puedo decir que se cierra de modo correcto, sin llegar a ser una obra maestra. Al lector le pediría que no pida peras al olmo y que su valoración de la película tenga en cuenta los factores que hemos ido señalando. Por supuesto que la película no es una obra maestra del cine pero sí que es una cinta muy disfrutable. En su época fue ampliamente repudiada por un hecho muy comprensible: los espectadores esperaban ver un poco de lo que ya se le ofrecía en Psicosis II y Psicosis III, es decir, grandes dosis de intriga, muerte y realismo. Estoy seguro que muchos de los seguidores de la saga no asumieron, más allá de la ausencia de Norman Bates, el halo de fantasía en que se zambulle la cinta con los suicidas fantasmas. Pero el paso del tiempo puede provocar que nuestra percepción de la realidad vaya cambiando y es lo que creo que pasará para el espectador contemporáneo de la cinta. Teniendo en cuenta en lo que hoy en día se ha convertido mayoritariamente la industria del cine en los que realizadores que fueron grandes directores en el pasado pierden parte de su personalidad con el objetivo de amoldarse en los cánones de lo políticamente correcto que parece que lo impregna todo, más allá del cine. Un ejemplo evidente de ello es Tim Burton, un director muy personal y creador de un universo muy reconocible de personajes solitarios envueltos en un ambiente gótico y negro. En 2019 estrenó la película de Dumbo que fue un producto insulso y anodino, muy lejos de los parámetros en los que antaño se moviera tan grande director. ¿Por qué nos sigue atrayendo las películas de los años 80? Porque son un tipo de película con mucha personalidad y que no se sometían a lo políticamente correcto y, por eso, muchas de esas películas nos sigue sorprendiendo y nos sigue pareciendo muy actuales. Motes Bates me recuerda vagamente a la novela Mansión Bates. Psicosis III de Robert Bloch, o, debería decir lo contrario, que la novela me recuerda a la película pues mientras que la película es de 1987, la novela es de 1990.

En definitiva estamos ante un producto que destila el aroma del cine ochentero y que a pesar que es una película que ha sido valorada muy negativamente, yo quiero reivindicar a partir de su nostalgia, el halo de misterio, de fantasía y de comedia que la compone y le hace ser una película muy disfrutable.