Nos encontramos con un spin off
de la famosa saga cinematográfica Fast
and furious. Es una película dirigida por David Leitch que ya dirigiera Atómica y Deadpool 2 (Ryan Reynolds, su protagonista, realiza un simpático
cameo en la película). La película está protagonizada entre los papeles
principales por Dwayne Johnson, Jason Statham, Vanesa Kirby e Idris Elba. Películas como ésta ponen de manifiesto que la gran maquinaria de Hollywood
actualmente parece estar más interesada en recaudar muchos millones de dólares
a realizar una historia novedosa. Siguiendo la estela de películas de
superhéroes que está invadiendo nuestras carteleras en los últimos años donde
predominan secuelas y spin off de
éxitos anteriores parece entenderse esta película. Debemos señalar que hubo
serios problemas de ego entre Vin Diesel y Dwayne Johnson en la anterior de Fast and furious. Dwayne Johnson acusaba
a Vin Diesel de falta de puntualidad y de educación y caprichos imposibles.
Como Vin Diesel era coproductor de la cinta eliminó todas las escenas que ambos
actores compartían juntos en pantalla, además de reducir el protagonismo de La roca. Ante este problema los
productores idearon un spin off cuyos
protagonistas fueran Dwayne Jonson y Jason Statham.
La película es grandiosa desde un punto de vista técnico: la fotografía y
la música unida a escenas espectaculares. Destacamos las escenas de lucha que
están muy bien coreografiadas. Todas las escenas en las que sale Idris Elba con
su motocicleta son realmente impactantes. Sin embargo, si analizamos la esencia de esta saga cinematográfica desde
sus inicios en los comienzos del 2000 con Rob Cohen con director y en lo que se
ha convertido ahora, observamos que poco o nada tiene que ver. La saga comenzó
teniendo pretensiones más bien modestas con argumentos verosímiles y con las
carreras con telón de fondo. Esta película junto a las últimas películas de la
saga observamos que poco o nada ha quedado de todo esto. La película parece
rodada con la pretensión de introducir escenas donde lo imposible se torna posible,
con una velocidad tremenda y con un argumento perfectamente encuadrable al
género de la ciencia ficción: Idris Elba interpreta a un terrorista resucitado
a través de la cibergenética cuya pretensión es encontrar al personaje que
interpreta Vanesa Kirby en cuyo cuerpo se encuentra un virus que puede acabar
con el mundo.
El trabajo de los dos actores principales es bueno y podemos observar una
buena química entre los dos. Pero en varias secuencias donde se pone de
manifiesto el buen hacer de Vanessa Kirby al resaltar sobre los dos
protagonistas. La película está salpicada de humor a partir de los
enfrentamientos de los dos protagonistas pero su insistencia podría acabar
cansando al espectador. Todo se encuentra rodado bajo el paradigma de lo políticamente correcto en una película
hecha para que los adolescentes pasen por taquilla y dejen su dinero.
Disfrutarás de la película siempre y cuando no tenga ningún tipo de pretensiones
y te dejes llevar por el argumento. Además, en verano se está muy bien en el
cine climatizado. Lo que destacamos de la película es su reparto en el que
todos los actores están muy bien. Lo peor de la película sería su alejamiento
progresivo respecto a lo que era el espíritu original de la saga con escenas
inverosímiles (aunque sumamente espectaculares) y muy lejos de las bases de
cine de acción de los ochenta. El humor introducido en la película es positivo
pero su abuso lo convierte en producto poco creíble. Todos aquellos cuya pretensión sea desconectar un poco de la vida e
introducirse en un mundo espectacular donde todo es posible lo pasarán muy bien
con el visionado de esta película. Aquéllos que posean inquietudes más
intelectuales deberían mantenerse lejos de esta película.