sábado, 28 de septiembre de 2019

Fast and Furious : Hobbs and Shaw (2019) de David Leich.


Nos encontramos con un spin off de la famosa saga cinematográfica Fast and furious. Es una película dirigida por David Leitch que ya dirigiera Atómica y Deadpool 2 (Ryan Reynolds, su protagonista, realiza un simpático cameo en la película). La película está protagonizada entre los papeles principales por Dwayne Johnson, Jason Statham, Vanesa Kirby e Idris Elba. Películas como ésta ponen de manifiesto que la gran maquinaria de Hollywood actualmente parece estar más interesada en recaudar muchos millones de dólares a realizar una historia novedosa. Siguiendo la estela de películas de superhéroes que está invadiendo nuestras carteleras en los últimos años donde predominan secuelas y spin off de éxitos anteriores parece entenderse esta película. Debemos señalar que hubo serios problemas de ego entre Vin Diesel y Dwayne Johnson en la anterior de Fast and furious. Dwayne Johnson acusaba a Vin Diesel de falta de puntualidad y de educación y caprichos imposibles. Como Vin Diesel era coproductor de la cinta eliminó todas las escenas que ambos actores compartían juntos en pantalla, además de reducir el protagonismo de La roca. Ante este problema los productores idearon un spin off cuyos protagonistas fueran Dwayne Jonson y Jason Statham.
La película es grandiosa desde un punto de vista técnico: la fotografía y la música unida a escenas espectaculares. Destacamos las escenas de lucha que están muy bien coreografiadas. Todas las escenas en las que sale Idris Elba con su motocicleta son realmente impactantes. Sin embargo, si analizamos la esencia de esta saga cinematográfica desde sus inicios en los comienzos del 2000 con Rob Cohen con director y en lo que se ha convertido ahora, observamos que poco o nada tiene que ver. La saga comenzó teniendo pretensiones más bien modestas con argumentos verosímiles y con las carreras con telón de fondo. Esta película junto a las últimas películas de la saga observamos que poco o nada ha quedado de todo esto. La película parece rodada con la pretensión de introducir escenas donde lo imposible se torna posible, con una velocidad tremenda y con un argumento perfectamente encuadrable al género de la ciencia ficción: Idris Elba interpreta a un terrorista resucitado a través de la cibergenética cuya pretensión es encontrar al personaje que interpreta Vanesa Kirby en cuyo cuerpo se encuentra un virus que puede acabar con el mundo.
El trabajo de los dos actores principales es bueno y podemos observar una buena química entre los dos. Pero en varias secuencias donde se pone de manifiesto el buen hacer de Vanessa Kirby al resaltar sobre los dos protagonistas. La película está salpicada de humor a partir de los enfrentamientos de los dos protagonistas pero su insistencia podría acabar cansando al espectador. Todo se encuentra rodado bajo el paradigma de lo políticamente correcto en una película hecha para que los adolescentes pasen por taquilla y dejen su dinero. Disfrutarás de la película siempre y cuando no tenga ningún tipo de pretensiones y te dejes llevar por el argumento. Además, en verano se está muy bien en el cine climatizado. Lo que destacamos de la película es su reparto en el que todos los actores están muy bien. Lo peor de la película sería su alejamiento progresivo respecto a lo que era el espíritu original de la saga con escenas inverosímiles (aunque sumamente espectaculares) y muy lejos de las bases de cine de acción de los ochenta. El humor introducido en la película es positivo pero su abuso lo convierte en producto poco creíble. Todos aquellos cuya pretensión sea desconectar un poco de la vida e introducirse en un mundo espectacular donde todo es posible lo pasarán muy bien con el visionado de esta película. Aquéllos que posean inquietudes más intelectuales deberían mantenerse lejos de esta película.