viernes, 25 de marzo de 2022

Freddy contra Jason (2003) de Ronny Yu.

Freddy contra Jason (2003) es un cruce entre dos de los grandes monstruos del cine de terror de los 80 como fueron Freddy Krueger de la saga de Pesadilla en Elm Street y Jason Voorhees de la saga de Viernes 13. La cinta está dirigida por Ronny Yu y protagonizada por Robert Englund en el papel de Freddy Krueger y Ken Kirzinger en el papel de Jason Voorhees. La película comienza resumiendo al espectador despistado la historia de Freddy Krueger en Springwood y su posterior muerte a manos de los adultos del lugar. Como el poder de Freddy Krueger sólo puede manifestarse a través de su recuerdo y el miedo que pudiera suscitar, ee ha pretendido olvidar por completo a Freddy Krueger para impedir que éste pudiera seguir asesinado a los hijos de Springwood a través de los sueños. Incluso aquéllos que pudiesen tener algún recuerdo del asesino de las cuchillas viven recluidos en psiquiátricos fuertemente medicados para impedir que puedan soñar y traerlo de vuelta.

Ante esa situación límite Freddy Krueger vaga por el infierno con el propósito de encontrar a alguien que haga recordar a la gente qué es el miedo. ¿A quién encontrará? Sí, al bueno de Jason Voorhees. Freddy Krueger convencerá a Jason para que asesine a los jóvenes de Springwood. Así Freddy Kruger matará de nuevo utilizando a Jason Voorhees. Sin embargo, cuando Freddy quiere volver a matar por él mismo comenzará la disputa entre ambos monstruos.

Freddy contra Jason desde el momento de su estreno fue ampliamente denostada por la crítica especializada. Curiosamente la película sí que cosechó un gran éxito a nivel de taquilla en el paso por los cines. Está dirigida y rodada de forma enérgica e intensa por un eficaz Ronny Yu que ya lograra revitalizar otra saga de terror como Muñeco diabólico con La novia de Chucky. El guión es muy correcto para una historia que busca el entretenimiento del espectador sin más pretensión, con buena fotografía y unos efectos especiales realmente sorprendentes.

La película se muestra respetuosa con los elementos distintivos de cada villano. Por ejemplo la banda sonora que acompaña a cada uno de los personajes. Sirve como continuación de ambas sagas, pero también como películas independientes. Como todo aficionado del cine de terror de los 80 Pesadilla en Elm Street y Viernes 13 constituyeron dos grandes hitos que vivieron su momento de mayor éxito en la década de los 80. Con la entrada de la década de los 2000 y ante una alarmante falta de ideas los productores americanos encontraron un filón uniendo personajes de las películas de los 80 como también ocurriría con la de Alien vs. Predator (2004) de Paul W. S. Anderson Alien vs. Predator 2 (2007) de Greg Strause y Colin Strause y Batman contra Superman (2017). De este modo se pretendía revitalizar sagas ochenteras que dejaron de ser rentables desde un punto de vista económico. Son películas de alto presupuesto y grandes efectos especiales. Aunque las sagas de los 80 siempre contaron con unos efectos especiales buenos, en Freddy contra Jason destacan sobremanera contribuyendo todo ello a la creación de una atmósfera muy terrorífica. Sorprende la cantidad de sangre y vísceras presente en la cinta, mucho más de lo esperable.

En el caso que nos ocupa de Freddy contra Jason el resultado es bastante positivo, incluso muy superior respecto a las previsiones iniciales. Los hay quienes afirman que la película contaba con miembros suficientes para hacer una mejor película. Pero, yo pregunto: ¿qué esperaban esos críticos de medio pelo? ¿Acaso aspiraban alcanzar una especie de catarsis cinematográfica como si fuera Ciudadano Kane de Orson Welles? No tienen ninguna justificación en cualquier caso. Además, si volvemos a ver la lista interminables de las secuelas tanto de Pesadilla en Elm Street como de Viernes 13 descubriríamos que pocas de ellas logran superar a Freddy contra Jason, tanto a nivel estético como visual

Un gran acierto de la cinta es que nunca se toma en serio, pues en la linea con las entregas IV, V y VI de Pesadilla en Elm Street. Aunque los guionistas no se esforzaron en absoluto por justificar cómo los universos de Freddy Krueger y de Jason Voorhees coincidan, siendo en este aspecto todo muy apresurado. A mi personalmente no me molesta en absoluto este último aspecto, incluyendo algunas licencias que se toman, a veces un tanto incomprensibles. Si somos justros, habremos de reconocer que la película cumple con las expectativas de una película slasher. Me gustan particularmente algunos homenajes y guiños cinematográficos a las dos sagas originales: la casa Nancy, o Jason Voorhees paseando por Elm Street y Freddy haciendo lo propio en Crystal Lake. Además, la película recrea la escena que se menciona en la primera entrega de Viernes 13 donde un grupo de niños se burlan del pequeño Jason tirándolo al agua. El vínculo que une ambas sagas se encuentra en la escena final de Viernes 13 IX: Jason se va al infierno en el que podíamos contemplar como el guante con cuchillas de Freddy emergía de la tierra para llevarse la máscara de Jason al infierno.

A destacar el contraste existente entre dos personalidades en principio tan distintos. La película no tomará partida de modo claro por ninguno de los personajes. Freddy Krueger es un asesino de bastante sádico y retorcida al ejecutar a sus víctimas. Por su parte Jason posee una fuerza más que humana y que actúa de forma muy contunde a la hora de asesinar a su víctimas. El humor negro de Freddy contrasta con la seriedad de Jason. La película tiene la virtud de entretener manteniendo al espectador interesado hasta el final hasta asistir al enfrentamiento entre ambos mitos del terror y saber quién es el vencedor. El metraje es de poco más de hora y media, cargado de acción, diálogos dinámicos bastante humor.

En definitiva, se trata de una cinta que hará las delicias para los amantes del cine de terror ochentero, especialmente a los seguidores de las sagas de Pesadilla en Elm Street y Viernes 13. Entretiene y respeta los universos de ambos icónicos personajes haciendo un slasher muy divertida. Sin ser una obra maestra la cinta homenajea a estos dos grandes iconos de Freddy Krueger y Jason Voorhees,